Parece que el amor que hace sólo unos días se habían jurado PP y Ciudadanos está en crisis. El tiempo pasa y no consiguen llegar a acuerdos, sus diálogos no avanzan y, al menos una de las partes, se está impacientando.

Esta es Ciudadanos que, este jueves, ha mandado un ultimátum al Partido Popular: o se consiguen acuerdos en las próximas 48 horas, o este pacto de investidura morirá antes de empezar. Y esto cuando quedan tan sólo cinco días para el arranque del debate de investidura.

"Nos damos a nosotros mismos y a la negociación 48 horas para firmar el acuerdo de investidura", ha dicho de forma tajante Juan Carlos Girauta, portavoz parlamentario de Ciudadanos y miembro del equipo negociador.

“Queremos y deseamos dar el ‘sí’ en la negociación en la investidura a Rajoy. Por favor, dennos motivos”, pedía Girauta aunque después de decir que no puede decir que haya habido cambios en las negociaciones. 

Parece que la redefinición de qué es corrupción no ha sido la causa. Sino que no consiguen acordar la agenda social a seguir, uno de los puntos clave para el partido naranja. “El tiempo se acaba” y no tienen números; es decir, el Partido Popular no ha puesto todavía sobre la mesa las cifras con las que financiar las reformas fundamentales de la agenda social. Sin números, sin dinero, no se puede seguir. 

En definitiva, C´s cree que el PP no ayuda para que se cumplan dos condiciones claves: abordar reformas estructurales (Senado, diputaciones o separar la política de la Justicia); ni confirman los 7.000 millones de euros necesarios para cubrir las medidas de choque social.

El PP pone la otra mejilla

Mientras Ciudadanos asegura que el PP no cumple, los populares ya han puesto la otra mejilla. Después de que el partido naranja les presionara imponiendo seis puntos a firmar sí o sí para tener su voto positivo en la investidura, vuelven a dar un golpe metiéndoles prisa. Y… ¿qué hace el Partido Popular? Pedir calma y ofrecerse en cuerpo entero.

“Esto no está parado, no está bloqueado. Que nadie se ha levantado todavía de la mesa, sino todo lo contrario”, decía Maillo pidiendo calma para, acto seguido hacer una declaración de intenciones: “Si es necesario” estarán sentados en la mesa de negociaciones “toda la noche”. 

Paciencia pide, porque "las cifras vienen al final" y "ni quiere ni acepta límites de plazos".