Una cosa es hacer declaraciones xenófobas y otra muy diferente es mentir descaradamente. Es lo que hizo el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, este domingo, aprovechando que jugaba en casa, en Ávila. Además de hablar de “millones de africanos” preparados para asaltar España, Casado también acusó a Pedro Sánchez de provocar un “efecto llamada” con “la visita del presidente del Gobierno a Valencia para recibir al barco Aquarius”. El problema es que Sánchez nunca acudió al puerto a dar la bienvenida a los inmigrantes que Italia había dejado a la deriva.

“El problema es que ha habido un efecto llamada del que ya advertimos con la visita del presidente del Gobierno para recibir a los inmigrantes del Aquarius. Mientras Pedro Sánchez estaba en Valencia recibiendo a un barco, en Almería y en Algeciras estaban llegando 1.500 inmigrantes”, señalaba Casado, mientras sus compañeros de filas asentían con la cabeza.

El problema es que Pedro Sánchez nunca estuvo en Valencia y no recibió a los inmigrantes del Aquarius. El barco con los rescatados en alta mar a los que Italia había cerrado sus puertos se produjo el domingo 17 de junio. La agenda del presidente del Gobierno estaba vacía todo ese fin de semana. El viernes presidió el Consejo de Ministros y el lunes 18 ofreció una entrevista a TVE. Eso es todo.

Lo más cercano que pudo verse fue al ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y la ministra de Sanidad, Carmen Montón, ambos valencianos, que visitaron, antes de la llegada, el puesto de mando y el operativo especial que se había preparado para recibir al barco. Y varios ministros se implicaron, como la de Justicia, Dolores Delgado, pero trabajando desde su despacho.