La exvicepresidenta del Consell recogía a los colaboradores en el hotel
Según publicó el diario Levante, no era extraño ver a colaboradores como Carmen Gurruchaga, Esther Esteban, Esther Jaén, Alfonso Rojo y Miguel Ángel Rodríguez, habituales en la tertulia, llegar al Palau acompañados por la exvicepresidenta del Consell, Paula Sánchez de León, que les había recogido en el céntrico hotel en el que Canal 9 les alojaba.
Tema de debate en las Corts
Las retribuciones económicas de los periodistas que participaban en el programa llegaron a ser tema de debate en las Corts valencianas, después de que Compromís preguntara, sin éxito, por la cuantía de los sueldos. Sánchez de León, siguiendo la línea marcado por la Generalitat de Camps, se escudó en el derecho a la intimidad para no contestar.
La denuncia de Oltra
En diciembre pasado, la portavoz adjunta de Compromís, Mónica Oltra, llegó a presentar en el Parlamento regional varias preguntas al respecto y denunció que “la catastrófica situación financiera” del canal público autonómico “está directamente relacionada con el uso y abuso que desde los gobiernos del PP se ha realizado de este ente público para manipular y tergiversar la realidad a su favor”. Puso como ejemplo “de esta dilapidación de dinero público acompañada de burda manipulación” las tertulias “en las que participan colaboradores externos provenientes de medios de extrema derecha”, en referencia a Nou Debat’.
Durán tenía un contrato blindado
Según han asegurado fuentes de RTVV al diario Levante, la cadena autonómica quería rescindir el contrato con la periodista Isabel Durán desde hace meses, pero se lo impedía un contrato blindado hasta el verano de este año, en el que habría mediado la exsecretaria autonómica de Comunicación, Nuria Romeral, del núcleo duro del expresidente Camps, actualmente directora de Ràdio 9.
Frente sindical contra Nou Debat
En noviembre, la sección sindical CSI-F de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) pidió al resto de sindicatos que formaran “un frente común” para que se retirara Nou Debat. Fundamentaban su exigencia en la baja audiencia y los elevados costes del espacio. El sindicato se quejó de que el programa representaba “un claro desprecio a la lengua valenciana, a los periodistas de esta casa y a los del resto de medios de comunicación de la Comunidad Valencia”.
