El 19 mayo de 1999, ocho meses después de que ETA declarase una tregua indefinida, el Gobierno de José María Aznar se sentó a negociar con la banda terrorista en la ciudad suiza de Zúrich.

En concreto, la reunión entre representantes del Ejecutivo del PP y miembros de ETA tuvo lugar en un hotel de la ciudad. De todo lo que allí se habló tomó notas una de las etarras, Belén González Peñalva "Carmen", quien hizo de ‘relatora’ del encuentro. 

Con esas notas, ETA redactó unas actas en las que quedaba patente que el Gobierno de Aznar quería una negociación política con la banda terrorista a cambio de que la tregua se convirtiera en un proceso que llevara al fin definitivo de la violencia.

¿Quiénes fueron los representantes de José María Aznar en esta negociación? Pues Javier Zarzalejos, entonces secretario general de la Presidencia, Ricardo Martí Fluxá, secretario de Estado de Seguridad y Pedro Arriola, asesor personal de Aznar y hombre clave del partido durante décadas. Frente a ellos se sentaron por parte de ETA Mikel Antza, el jefe político de la banda terrorista, Vicente Goikoetxea, uno de los miembros de la dirección, y Belén González Peñalva "Carmen", que además de notaria (o relatora) de la reunión para ETA, aportaba una experiencia previa ya que había sido miembro del equipo negociador con el anterior Gobierno de Felipe González. 

Ninguno de los procesos acabó en buen puerto, lo que llevó a la etarra a deambular por Europa y Suramérica hasta que, en 2005, fue detenida y extraditada a España. Belén González Peñalva "Carmen" fue condenada a más de 700 años de cárcel por participar activamente en una infinidad de atentados, secuestros y asesinatos. Destacan el perpetrado contra un furgón de la Guardia Civil en la Plaza de la República Argentina, con un muerto y 17 heridos, y el asesinato del coronel Vicente Romero, su conductor y un experto en explosivos, cometido el 12 de junio de 1985 en Madrid.

La presencia de la dirigente de ETA en la mesa de negociación queda patente en el libro ETA, de principio a fin. Crónica documentada de un relato: "La reunión es larga, no hay acuerdo, pero quedan en volverse a encontrar. Al mismo tiempo se conocerá el acta que Belén González Peñalba redacta, que se inicia así: Reunión de dos [Belén sólo toma nota] miembros de ETA y tres representantes de Aznar ante un intermediario, Uriarte”.