Fin de semana grande para Pablo Casado y su Partido Popular. Tres días en los que la formación conservadora consumará su giro a la derecha para competir con Vox, que ha puesto patas arriba al flanco diestro español, hasta entonces bicéfalo con populares y Ciudadanos.

Con este evento, amén de reafirmar su diestro volantazo, Casado quería cerrar filas en un partido que cada vez tiene más voces discordantes y con una fractura interna palpable, sobre todo a raíz del pacto alcanzado con la formación ultraderechista para gobernar en Andalucía por primera vez en su historia.

Uno de los deseos de Pablo Casado para la Convención Nacional del Partido Popular era más pictórico que otra cosa. Su anhelo pasaba por conseguir una fotografía con José María Aznar y Mariano Rajoy, en un cónclave que supone el entierro político del ex presidente del Gobierno, que no tiene cabida en la memoria del nuevo PP.

Casado se queda sin foto

La pretensión de Casado se cumple, o al menos a medias. Ha conseguido que los dos expresidentes acudan al cónclave popular, pero no coincidirán en ningún momento. Y es que Mariano Rajoy intervendrá en la Convención el viernes, mientras que su predecesor lo hará un día después, según informa El País.

Así, la figura de los dos tampoco eclipsara a la de un Pablo Casado ávido por copar todas las miradas en ‘su’ fiesta. Los dos expresidentes contarán con una intervención breve en el encuentro popular

Rajoy, a su aire

Desde que el pasado mes de junio Pedro Sánchez saliera victorioso en la moción de censura que expulsó de la presidencia a Rajoy, el expresidente del Gobierno se ha desvinculado total y absolutamente de su partido. Según relata el diario El País, las primarias no fueron del gusto del ex jefe del Ejecutivo, pero tampoco lo es que el aznarismo que se creía extinto ha resurgido de sus cenizas abrazado por Pablo Casado.

De hecho, la figura de Mariano Rajoy no recibe valoraciones positivas en el seno de la ‘nueva’ dirección nacional del partido. Es más, Javier Fernández-Lasquetty, jefe de gabinete de Casado, definió la figura del expresidente como “un mal recuerdo” en fechas posteriores a la moción de censura que le valió su salida de Moncloa.