Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha sometido este lunes a voto de su militancia el rumbo prefijado para la investidura de Pedro Sánchez. “¿Estás de acuerdo con rechazar la investidura de Pedro Sánchez si previamente no hay un acuerdo para abordar el conflicto político con el Estado a través de una mesa de negociación?”, ha sido la pregunta lanzada por la formación, que, como era de esperar, ha votado a favor de rechazar la facilitación del Gobierno hasta que no se constituya una mesa de diálogo entre iguales para abordar el conflicto catalán.

La decisión, aunque no es vinculante, ha sido defendida por el 94,6% de su militancia. En total, han votado 5.953 personas (cerca del 70% de la militancia del partido). Voto masivo que ha secundado la postura del núcleo duro del partido y que complica sobremanera que los soberanistas acaben cediendo a las pretensiones de Pedro Sánchez e Iglesias.

En primera instancia, Esquerra alegó que, en el preacuerdo firmado por sendos dirigentes, se debía hablar de problema político y no de convivencia. Sin embargo, pese a que aquello ya podía suponer un escollo para las partes negociadoras, las peticiones se han redoblado en las últimas fechas: o el PSOE acepta una mesa de diálogo o no habrá investidura.

La decisión es momentánea, pero tensa la cuerda y empieza a plasmar que la realidad aritmética requiere de socios que no concederán el sí o la abstención de forma gratuita. ERC ha sido señalada en las últimas fechas, llegando Gabriel Rufián a ser abucheado durante las manifestaciones que se han producido tras la sentencia del procés.

El dirigente ya advirtió de lo que sucedería en las pasadas negociaciones. Su apoyo sería más complejo tras la sentencia condenatoria. Ahora, divididos entre facilitar un acuerdo progresista o empezar la campaña de cara a las elecciones autonómicas, las posiciones permanecen fijas en el ‘no’.