Con la Iglesia hemos topado. O al menos topó Luis Vicente Moro, según le cuenta a Ignacio González en las grabaciones de la Operación Lezo, cuando era gobernador civil de Palencia. Ambos estaban hablando sobre la oferta de “puticlubs” de la provincia y la competencia que supondría a la idea de montar “una casa de putas” para resolver los problemas de un amigo con hoteles poco rentables. Hasta que en la conversación salió la afición de “algún cura” a frecuentar estos locales y las críticas molestas del obispo de entonces.

Luis Vicente Moro fue delegado del Gobierno de Ceuta con José María Aznar. Pero antes de llegar a la ciudad autónoma, fue gobernador civil de Palencia, nombrado por el mismo Gobierno del Partido Popular, en 1996. Luego el cargo pasaría a llamarse subdelegado del Gobierno, fruto del acuerdo entre CiU y PP para que Aznar llegase a Moncloa. En ese tiempo, Moro adquirió una experiencia que, cuanto menos, le sirve para contar anécdotas sobre los “puticlubs” de esta provincia castellana y el papel de la Iglesia católica en la materia.

En la conversación, Moro saca a relucir un club de alterne “al lado de Palencia, que te caes para atrás”. Y recuerda que sufrió con aquello por las críticas del “obispo y las amas de casa”. Algo que molestó al entonces gobernador, “hasta que un día cogí al obispo y le dije ‘¿sabe usted quien usa de media los servicios de los puticlubs? Pues la clase media-alta, los casados y algún cura… y algún cura’”.

"¡Unas tías, unas rubias!"

Moro va más allá y cuenta como invitó a su casa “a comer fabada” a Rafael Palmero, obispo de Palencia durante una década, entre 1996 y 2006. En aquella época, dice Moro, los conventos “ya empezaban a traer monjas de América” pero algo le llamó la atención. “Hasta que un día empecé a fijarme en las fotos” y vio que entre las monjas había “¡unas tías, unas rubias!”.

Unas fotos que, según explica, le enseñó al obispo, que debió de sorprenderse por la imitación que hace de él Luis Vicente Moro, quien asegura que las monjas sospechosas “a los dos meses, entraban en el convento… permiso de residencia y si te he visto no me acuerdo”.