Demasiadas horas duró ayer la moción de censura para que Mariano Rajoy dejase pasar la oportunidad de poner una nueva muesca en su cuenta particular de disparates. Un nuevo trabalenguas desde la tribuna que dejó estupefacto a Pablo Iglesias, que gesticulaba desde el escaño cuando oyó al presidente del Gobierno decir algo así: "Cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor, mejor para mí el suyo beneficio político".