Banderazos, pulseras, conflictos rojigualdos, usos nacionalistas, usos futboleros, usos populistas, distribución en grandes bazares… Del uso de las banderas habla Tiranas Banderas II, la primera creación de la compañía La Santísima Trinidad (L△ST), Lola Belles y Lucas Ubach, un colectivo de profesionales procedentes de diferentes disciplinas unidos en este proyecto para experimentar con los límites de la escena y del rol del público. El montaje estará el 18 y 19 de febrero en cartel del Teatro del Barrio, dentro del festival Teoría y Praxis para una Escena Política..

¿Para qué sirve una bandera? Una bandera es un receptáculo vacío, fruto de la convención. Como el teatro, no sirve para nada, pero solo en uno de los dos casos se genera belleza y, con suerte, dudas.

Son, como los himnos o los discursos de extrema derecha, muy emocionales. ¿Por qué movilizan? Los himnos y los discursos (de derecha y de izquierda, no nos equivoquemos) movilizan porque la gente quiere abandonarse a las emociones, que son verdades indiscutibles que te permiten ir a dormir con la satisfacción de ser infalible. Nadie te puede discutir una emoción. Y porque todo el mundo quiere sentirse parte de algo: todos queremos que nos quieran.

Esta obra se enmarca en un festival de Teatro Político. ¿Toda creación es política? Sí.

Formáis LST* artistas de distintas disciplinas. ¿Qué os aporta el Teatro? Somos más animales teatrales que otra cosa, de hecho, pero con trayectorias bastante eclécticas. Las artes escénicas nos permiten explorar a la vez en todos los lenguajes que nos interesan y nos permiten observar directamente las reacciones de nuestro público. Ese canal directo con la gente nos fascina, y a veces nos convierte a nosotras mismas en espectadoras de un espectáculo que nunca es igual a sí mismo. ¡Imagínate qué suerte!