Netflix ya nos tiene acostumbrados. Cada año coloca alguna de sus películas no solo en grandes festivales, sino también en las golosas nominaciones de los Oscar. Ya lo hizo con Roma, o con El poder del perro, la maravillosa cinta que el año pasado se llevó la codiciada estatuilla a la Mejor Dirección.  Y lo ha vuelto a hacer, en esta ocasión con Sin novedad en el frente, que competirá en 9 categorías.

Las preciadas nominaciones a mejor guion adaptado, mejor banda sonora, mejor sonido, maquillaje y peluquería, diseño de producción, efectos visuales y fotografía, ya eran demasiadas. Pero, sin duda, lo más relevante es que ha conseguido la doble nominación a mejor película y mejor película internacional. Una proeza de la que solo seis películas pueden presumir, entre ellas Roma (Alfonso Cuarón, 2018) y Parásitos (Bong Joon-ho, 2020).

Dirigida por Edward Berger, con guion de Lesley Paterson, Ian Stokell y el propio Berger, Sin novedad en el frente es un drama alemán basado en el libro del mismo título de Erich Maria Remarque, que fue editado por primera vez en 1929 y refleja la peor cara de la I Guerra Mundial desde el punto de vista de un joven soldado con una intención claramente antibelicista.

Envuelta en una magnífica fotografía, bellísima música y exquisita emotividad,  Sin novedad en el frente, cinta que hasta ser nominada no muchos conocían, pasó casi de puntillas por Netflix cuando se estrenó  en octubre. Está muy bien hecha y cumple a la perfección su cometido. Sin embargo, ha tenido que ser la crítica norteamericana y los académicos los que la encumbren a lo más alto, situándola como clara favorita para la gala que se celebrará en Los Ángeles el próximo 12 de marzo. Un hecho que constata nuevamente que no hay cosa que le guste más a la Academia de Hollywood que una película bélica bien hecha.

El actor Felix Kammerer pone voz y rostro a las penurias por las que pasaron todos aquellos jóvenes alemanes inexpertos, que fueron llamados a filas durante la Primera Guerra Mundial. La euforia del principio de todos ellos por servir a su país, pronto se tornó en una dura, triste y amarga pesadilla, repleta de muertos,  bombas, disparos y extremas condiciones físicas y psicológicas; pero, sobre todo,  un  trauma difícil de olvidar. La desesperación, el miedo, la tristeza y el desconsuelo gobiernan  durante toda la película a un ejército devastado que  lucha por su vidas, intentando dejar atrás y aparcar sus miserias.

Quizás la explicación a tantas nominaciones, haya que buscarlo también en el momento bélico que vive Europa, y más concretamente Ucrania. Es inevitable conforme uno la ve, recordar que a pocos miles de Kilómetros, está ocurriendo algo  atroz y  muy similar a aquella contienda que  entre 1914 y 1919  se llevó  la vida de alrededor de 10 millones de personas. Y todo por la  esa perenne obstinación entre los dirigentes de un bando y otro que no lleva a ninguna parte, salvo al abismo. “Sin novedad en el frente” sacude conciencias da mucho que pensar y cumple. Con eso basta y sobra.