Martiño Rivas y María de Nati se desnudan literal y figuradamente en la nueva serie original de ATRESplayer Premium 'Nacho', que llega a las pantallas este 5 de marzo. Esta arriesgada ficción deja al descubierto todos los entresijos de la industria del cine para adultos a través de la vida y la carrera del actor porno español conocido internacionalmente Nacho Vidal. Contada con humor y sensibilidad esta historia nos muestra las luces y las sombras de las personas que trabajan en la industria pornográfica: quiénes son, cuáles son sus sueños o cómo afrontan los conflictos. Además, pone en jaque los límites morales de la sociedad.

La creadora, productora, guionista y showrunner Teresa Fernández-Valdés nos acerca a la figura de Nacho desde la comedia: "Es como Billie Elliot pero él no quiere bailar, quiere follar". Este proyecto tan innovador como polémico cuenta con un elenco excepcional. Martiño Rivas, María de Nati, Andrés Velencoso, Pepa Charro, Edu Soto y Miriam Giovanelli, entre otros, darán vida a unos personajes complejos repletos de contradicciones y facetas distintas. La serie está compuesta por 8 episodios de 50 minutos de duración cada uno y podrá verse en la plataforma a partir de este domingo.

Tras la correspondiente rueda de prensa, ElPlural.com ha tenido la oportunidad de entrevistar a los protagonistas, que han relatado cómo se han enfrentado a un papel que requería tal nivel de exigencia física:

Pregunta: ¿Qué pensasteis cuando terminasteis de leer el guion por primera vez?

Martiño Rivas: Yo me leí, creo que me mandaron el uno y el dos, y pensé: "Quiero leer más. Quiero saber qué más le sucede a este tío".

P: ¿Os enganchó desde el principio la historia?

Martiño Rivas: Sí, porque tienes la sensación de que estabas familiarizado con ella, pero no con los detalles. Tienes una percepción un poco borrosa, groso modo, de lo que fue la vida de Nacho y da para mucho, la verdad. Es un tío que vive muy intensamente.

P: ¿Y tú, María?

María de Nati: Yo cuando lo leí no me quedé indiferente, la verdad. Lo vi todo como una cima muy alta y dije: “¿Cómo voy a hacer yo esto? No me veo yo haciendo esto”. Y creo que el hecho de no verme haciéndolo me dio el impulso de querer adentrarme en algo que me iba a sacar de mi zona de confort, que me iba a hacer afrontar miedos y que me iba a hacer aprender, seguro.

P: ¿Diríais que es el proyecto más arriesgado al que os habéis enfrentado como actores?

María de Nati: Yo sí.

Martiño Rivas: Bueno, yo participé en uno bastante controvertido también, la verdad. Con menor difusión creo, por ser en teatro, pero ‘Jauría’ también levantó ciertas ampollas. Quizás más ‘Jauría’ que ‘Nacho’. Con ‘Jauría’ yo sí tuve bastantes dudas. Luego salió muy bien. Y quizás por haber hecho antes ‘Jauría’, me atreví a hacer ‘Nacho’ sin tantos reparos. Perdí el miedo de algún modo.

"Puse mucho foco en un proceso psicológico" - María de Nati

P: ¿Cómo afrontasteis el papel a nivel físico y psicológico? ¿Tuvisteis que hacer algún tipo de proceso psicológico? ¿Tuvisteis que aprender a hacer algo que no sabíais hacer antes?

María de Nati: Sí, yo creo que puse mucho foco en un proceso psicológico. Intenté trabajar mucho eso porque era muy consciente de que cuando pisase el set iba a tener que sentirme segura sí o sí, porque creo que esa es una característica muy intrínseca de Sara.

Y sabía que tenía que centrarme también en el aspecto físico, como nunca antes lo había hecho en mi vida, pero no ya por entrar en un canon físico de belleza, sino para poder sentirme segura con mi cuerpo también y para poder sentir que controlaba mi cuerpo con las escenas de pole dance, y todo esto que requería bastante esfuerzo físico. Y ver a Martiño también que estaba en ese nivel de entrega y de compromiso, me hizo también intentar ponerme a su nivel.

Martiño Rivas: Yo, nada, pasar mucho hambre, la verdad. El entrenamiento fue sobre todo antes. Luego lo que tuve que pasar es hambre. La pantalla en realidad te hace parecer más grande de lo que eres. Te da kilos. Entonces para parecer que estás fuerte con que tengas unos abdominales marcados ya parece que estás mucho más fuerte lo que estás. Entonces la clave de quedar bien en pantalla es la delgadez. Y entonces yo pasé mucho hambre. Luego le acabas cogiendo el gusto.

María de Nati: Yo no se lo cogí. (Bromea)

P: Comentabais en la rueda de prensa que teníais que aprender coreografías con la coordinadora de intimidad. ¿Había que aprenderlo como un baile?

María de Nati: Tal cual. De hecho, nos poníamos delante del director y decía “a ver la coreografía” y la teníamos que hacer como días antes de hacerlo. Estaba todo bastante detallado.

Martiño Rivas: Y menos mal, porque me imagino que llegar allí sin un plan. Tendría que ser horrible. Aunque las limitaciones de tiempo que manejábamos tampoco nos lo hubiesen permitido, ponernos allí a investigar de cero y a improvisar. Tienes que llegar con una hoja de ruta, con una propuesta y luego estar abierto a que pasen cosas y a utilizarlas. Y a lo mejor tener un momento de creatividad y puedes incluir alguna postura nueva o algún gesto. Pero eso estaba todo pautado, porque si no hubiese sido imposible.

"En el rodaje había confianza mutua y respeto" - Martiño Rivas

P: ¿Era la primera vez que trabajabais con una coordinadora de intimidad? ¿Diríais que hubiese sido posible sacar adelante el proyecto sin esta nueva figura que se está introduciendo en el mundo de la televisión en España?

Martiño Rivas: Sí, porque entre nosotros había muy buen rollo, había confianza mutua y había respeto. Y los dos nos sentíamos cómodos, los dos estábamos en la misma página y yo me sentía protegido por los directores y me sentía protegido por Teresa. En el momento en que dentro de esa ecuación añades un elemento hostil, o una manzana podrida, me imagino que todo se va a la mierda y entonces te tienes que agarrar a la coordinadora de intimidad como si fuese un náufrago a una tabla.

En este sentido había bastante armonía, pero siempre ayuda y tuvo una contribución muy importante. Pero yo no tengo la sensación de que hubiese sido imposible sin ella. Ahora, lo hizo todo mucho más fácil y gracias a Dios que estaba ella allí.

P: Por otro lado, vosotros que habéis pasado tanto tiempo desnudos frente a las cámaras durante este rodaje, ¿creéis que esta serie puede que abra un pequeño camino o que se abra un debate con respecto a la desnudez en la televisión? Ya que en España todavía hay mucha gente que lo toma con cierta reticencia y hay mucha crítica con respecto a la desnudez, sobre todo masculina. A las mujeres estamos mucho más acostumbrados a verlas desnudas.

María de Nati: Sí, estoy de acuerdo. Estamos más acostumbradas a verlas desnudas, pero sí es cierto que a lo mejor no estamos tan acostumbrados a ver más de cerca al placer femenino. Creo que hay una infra representación muy grande y es bastante intrascendente el placer femenino en las ficciones. El hecho de retratarlo, retratar esos cuerpos de una manera que no era superflua, que no era banal, que estaba aportando algo a la narrativa de la historia, creo que eso fue la puerta de entrada a contar esta historia desde otro punto de vista.

Martiño Rivas: Yo no creo que eso se deba a que antes fuésemos muy conservadores y ahora, de repente, tengamos una postura mucho más progresista en ese aspecto o más abierta. Yo creo que tiene que ver con el modo en el que consumimos las series.

Antes había un televisor en la casa y el televisor estaba en el salón. Y el salón era un espacio en el que confluían toda la gente que habita en la casa. Era un espacio transgeneracional, un espacio donde a la hora de la cena se juntaban los abuelos, los nietos, los padres y todos estaban atentos a una misma pantalla. Entonces, de algún modo tenías que intentar contentarlos a todos, pero sin incomodar a ninguno.

Eso hacía que las propuestas de contenido que había fueran mucho más amables. Eran series más tradicionales, más conservadoras, en las cuales ese paralelismo con el salón de la casa en la ficción se daba en un bar. Todos los personajes confluían en un bar.

Ahora, una vez que aparecen las plataformas y una vez que empezamos a consumir las series de forma individual -estamos todos en el salón, pero cada uno con su iPad- ver un miembro erecto en una pantalla ya no molesta tanto. Ver un miembro erecto en la pantalla teniendo al lado a tu abuela es incómodo. Pero ahora como lo ves tú solo, ya es más aceptable. Entonces creo que eso es lo que ha cambiado.

P: ¿Digamos entonces que ‘Nacho’ es una serie para ver en la intimidad?

Martiño Rivas: No lo creo. Después de haberla visto con mis padres, creo que podemos todavía ajustarnos al modelo antiguo del televisor en el salón de casa con la figurita de Lladró encima de la repisa.

P: Hablaba Teresa -la productora de la serie- de los límites que tienen los actores que protagonizan este tipo de series, ¿habéis descubierto límites como actores que no sabíais que teníais al hacer ‘Nacho’?

Martiño Rivas: Yo límites de flexibilidad. Se me subieron varios músculos en ciertas posturas, he tenido varios calambres musculares. En ese sentido, actoralmente soy muy limitado.

María de Nati: Yo creo que estaba enfocada en no encontrar límites, de hecho, estaba enfocada en quitar los límites y en adentrarme de lleno para poder disfrutarlo. No quería poner ni barreras, ni murallas, ni límites, ni tabiques, ni paredes… (Bromean)