Carlos, Juan y Víctor son tres colegas de la Siberia Extremeña que quieren contar cómo es la vida en el pueblo y reivindicar que desde ahí se puede llegar a cualquier lado. Bajo esta premisa nace Sanguijuelas del Guadiana, un grupo que mezcla "la madera y lo electrónico" bajo los códigos del folclore rural. La banda ha estrenado el mes pasado Revolá, su disco debut en el que han puesto todas las cartas sobre la mesa en una retrospectiva de su historia entre pasodobles, charangas orquestas y muchas dudas. 

Pregunta (P): ¿Qué tal ha ido el proceso de creación de Revolá?

Juan: Ha sido un proceso largo. Aunque grabamos los temas bastante rápido, muchas canciones del disco llevan escritas desde 2022 o 2023. 

Carlos: Poco a poco empezamos a juntarlas y cuando lo teníamos hecho, nos dimos cuenta de que tenía sentido contar la historia de cómo se vive en el pueblo en orden cronológico.  

P: ¿De dónde viene la idea de lanzarlo por capítulos?

Carlos: Teníamos la idea de hacer un álbum largo porque queríamos que tuviese recorrido, al igual que nosotros mismos. Por ello tenía sentido que las distintas etapas que nosotros hemos vivido desde que nos criamos en el pueblo hasta que decidimos contarlo estuvieran divididas por fascículos.  

Víctor: En principio no íbamos a dividirlo por capítulos. La composición de varios temas y la grabación la hicimos en un verano encerrándonos en una casa en el campo. Ahí fue cuando nos percatamos de que había un grupo de canciones que contaban una parte de nuestra vida.

P: ¿Qué habéis aprendido en estos tres años en la música?

Juan: Muchísimo. Cuando nosotros empezamos no teníamos ni idea de tocar ni de prácticamente nada. Hemos hecho un aprendizaje de cero. También a la hora de movernos por el mundo de la música y las redes. Precisamente ahora le estamos dedicando mucho tiempo a aprender y mucha dedicación a la hora de comunicar y transmitir al público.

P: Habéis trabajado con Jorge González de Vetusta Morla. ¿Cómo ha sido?

Carlos: Estamos muy contentos de poder haber aprendido de una persona con tanto recorrido en la música y que sabe tanto. Nos ha dado consejos a los que nosotros mismos no podríamos haber llegado.

A los pueblos las cosas tardan en llegar, pero llegan

 

P: Leí hace poco en una entrevista vuestra que al conoceros os preguntó si queríais vivir de la música y que la frase os impactó tanto que os pusisteis a escribir nada más reuniros con él.

Juan: Esa fue la primera pregunta que salió de su boca nada más vernos. Nosotros hasta ese momento no nos lo tomábamos en serio, tocábamos por tocar. Pero viendo que él apostó por nosotros seriamente nos animó a querer vivir de esto y hacer las cosas bien. 

P: Me ha gustado mucho el tema de Intacto, en el que decís: ‘No sé qué camino me debo entregar para tener que escribir’.

Carlos: Siempre estamos en duda con todo, y esa canción refleja justo eso: la necesidad de tomar decisiones difíciles. A veces tienes que alejarte de ciertas cosas, ya sea del pueblo, de la ciudad o de lo que conoces, para poder seguir el camino que realmente deseas, como en nuestro caso, dedicarnos a la música. La canción habla de esa encrucijada, de tener dos caminos delante. Cada uno tiene cosas buenas y malas que van pesando con el tiempo, y al final no sabes cuál elegir. Es un reflejo de ese proceso interno de duda, de buscar lo que de verdad quieres hacer con tu vida.

P: Vuestro manifiesto como grupo pasa por expandir "los imaginarios de las zonas rurales" a través de la música. 

Carlos: Queremos que se conozca ese imaginario, porque desde fuera parece que lo que se vive en los pueblos es otro mundo. Nosotros allí tenemos todas las facilidades del mundo y podemos llegar a ser lo mismo que una persona que vive en Madrid. Por eso lo que pretendemos es que se conozca la realidad de las zonas rurales.

Juan: El sentido del disco es que se sepa que se pueden hacer cosas en un pueblo y que llegue a la gente que quiera escucharlo. A los pueblos las cosas tardan en llegar, pero llegan. 

P: Probablemente Andalucía sea la comunidad en la que más se haya reivindicado el folclore de las zonas rurales a través de lo moderno. ¿Qué ocurre con el resto?

Juan: Precisamente hablábamos de esto hace poco entre nosotros. Parece que en Andalucía está más de moda ese orgullo. Sin embargo, a Extremadura se la  percibe como más marginal en ese sentido, pero claro que se puede llegar a cualquier sitio desde allí, aunque no esté interiorizado.

Carlos: En Andalucía llevan muchos años estando orgullosos de ser andaluces, llevándolo por bandera, y en Extremadura no ocurre. Decir que eres de pueblo te puede dar hasta vergüenza. Y ahora está habiendo un momento de reivindicación y de orgullo sobre ser de pueblo del que queremos formar parte. Decir en alto 'sí, soy de pueblo extremeño'. 

Podemos llegar a ser lo mismo que una persona que vive en Madrid

P: ¿Cómo se mete uno en el mundo de la música desde el pueblo?

Juan: Nuestro primer contacto con la música fue en la banda municipal del pueblo. Yo hacía percusión, Carlos la batería y Víctor el saxo. No tenía nada que ver con lo que hacemos ahora, pero fue la manera de arrancar, tocando pasodobles y marchas de Semana Santa. 

P: Cuándo llegáis a la capital, os dais cuenta de que el disco lo tenéis que grabar en el pueblo. ¿Cómo fue ese proceso?

Víctor: El disco habla de nosotros por lo que sólo tenía sentido hacer desde el pueblo, porque cuenta lo que hemos vivido desde allí y yo creo que nos damos cuenta de esto, sobre todo cuando cuando nos vamos fuera, al final te vas fuera y te das cuenta de lo que dejas atrás y es cuando de verdad te das cuenta de lo que tenías allí fuera cantando en el pueblo como en el eres muy gente y eso al irte te das cuenta de que de que vamos a hacer un disco y lo vamos a hacer desde el pueblo.

Carlos: Queríamos ser coherentes con lo que decimos. Creíamos que no tenía sentido hacer un disco así y hacerlo desde Madrid, porque, dependiendo de cómo se mire, podría parecer más fácil. Pero para nosotros tenía sentido hacerlo desde allí, porque lo que realmente nos mueve es el proyecto en sí, con todas sus dificultades.

Parece que en Andalucía está más de moda el orgullo y Extremadura es más marginal

P: ¿Y la adaptación a los circuitos de promoción en redes?

Carlos: Precisamente sobre eso tuvimos que aprender mucho antes de poder entrar en este mundo. Ahora estamos más activos, sobre todo porque tener una cuenta en redes se ha convertido en una herramienta increíble de conocimiento y difusión. Hemos aprendido todo lo necesario para gestionarla, aunque no somos personas muy metidas en las plataformas. No solíamos compartir fotos ni pasábamos tiempo allí, no era lo nuestro y éramos un poco antirredes. Pero con el grupo tuvimos que adaptarnos y aprender, porque entendimos que es una forma muy potente de conectar con los demás y darnos a conocer.

P: En ese sentido habéis utilizado mucho YouTube como medio de difusión dejando vídeos de manifiesto sobre el grupo y creando una narrativa propia.

Carlos: Creo que hemos sabido aprovechar todo lo que teníamos a nuestro alcance en el pueblo, incluyendo las redes sociales. Así como aprendimos a tocar instrumentos, también fuimos aprendiendo a comunicar a través de plataformas como Instagram y YouTube. Todo lo que sume nos viene bien. Para nosotros, el proyecto y el mensaje que queremos transmitir son lo más importante. Creemos que las redes sociales son el medio por el que más gente puede recibir ese mensaje. Las canciones llegan, pero decir las cosas de forma directa en un vídeo, ya sea en YouTube o en otra plataforma, hace que el mensaje conecte más. La gente se siente identificada.

Juan: Nuestro público es mayoritariamente joven, y muchos solo acceden a nuestro contenido a través de YouTube. Por otro lado, nuestros padres o personas mayores, que quizá no usan Instagram también pueden encontrarnos allí. Es una forma de llegar a distintos públicos. Todo esto también se refleja en los videoclips, que ayudan a reforzar lo que queremos contar con las canciones. Por ejemplo, el videoclip de La Brecha está grabado en la romería del pueblo, donde presentamos el disco, y está totalmente alineado con el mensaje de la canción. Ha sido una manera de entrar en el circuito pero sin perder nuestro mensaje.