Lola Índigo ha roto todas las escalas de medición posibles en menos de una década. La que fuera la primera expulsada en Operación Triunfo 2017 y Fama, ¡a bailar! 2010, ahora es una estrella del pop internacional que se ha consolidado en la escena a base de hits. Desde el Yo ya no quiero ná que la catapultó al estrellato hace seis años, hasta su último pelotazo con Nave Dragón, un disco lanzado este año compuesto por once temas y que continúa el legado de la narrativa visual creada en su anterior álbum, El Dragón.
El viaje de este proyecto arranca con MISSION005, un manifiesto que establece el tono de la travesía: aquí manda Lola, y cada canción es una constelación dentro de su universo. Entre las joyas destacan MI COLETA, un reguetón de pulso lento con guiños a la cumbia que invita al perreo introspectivo, y SIN AUTOTUNE, una pieza emocional que mezcla cuerdas clásicas con bases latinas contemporáneas, creando un contraste tan frágil como poderoso. En Q SOMOS, se une a Kidd Voodoo para explorar los matices de una relación que se mueve entre la amistad y el amor, sin etiquetas. El cierre llega con YOTELLEVO, una balada pop que estalla en estética Y2K, entre la nostalgia de principios de siglo y la producción brillante del presente. Es un broche final que sintetiza toda la propuesta del disco: vulnerabilidad, fuerza, estilo y dirección.
Y es que Mimi Doblas empezó un camino que ha durado más de 2.000 días y que la ha llevado a la cúspide de la escena en España y parte de Latinoamérica. Un recorrido en el que se ha desdoblado en diferentes personajes para extender su figura en la música. Más concretamente, La Bruja, La Niña y El Dragón. Y precisamente ese es el nombre que lleva el tour de la artista y por el que pasará por Madrid el próximo 14 de junio en el estadio Riyadh Air Metropolitano.
La Bruja, La Niña y El Dragón
Las tres identidades de Lola Índigo convivirán en un solo cuerpo durante su show en la capital, narrando la vida y obra de la granadina a través de su discografía. Y es que la tres etapas de la cantante se corresponden con una triada de proyectos cuya conjunción ha servido para auparla a lo más alto. Era en 2019 cuando la artista lanzaba su primer disco, Akelarre, con un sonido bailable y una estética oscura que la proponía como una promesa del pop.
Después de su debut, llegaba La Niña (2021), en el que la cantante exploró una música dulce acompañada de un imaginario más infantil en el que el color rosa se convertía en el protagonista absoluto. Por último, en 2024, Lola Indigo daba vida a El Dragón, que manejaba un concepto fantástico con tintes épicos y en el que jugaba con la música electrónica.
La historia detrás de Lola Indigo
Nacida en Madrid en 1992, Mimi Doblas se crió en Huétor Tájar (Granada), en una familia humilde. Mimi empezó su historia pública mucho antes de OT. Su primera aparición televisiva fue en 2010, cuando, con apenas 18 años, participó como bailarina en el talent show Fama, ¡a bailar!. Aunque no ganó, su paso por el programa fue clave para visibilizar su talento y abrirse camino en el mundo de la danza profesional. Mimi trabajó sin descanso como bailarina profesional para artistas de primer nivel como Enrique Iglesias, Sweet California o Chris Brown.. Se formó en China y Los Ángeles, donde perfeccionó su técnica y consolidó una ética de trabajo férrea. Pero su ambición iba más allá del cuerpo de baile: quería contar sus propias historias, en sus propios términos. La canción no solo arrasó en las listas, sino que también marcó el tono de lo que sería su carrera: empoderamiento, coreografías afiladas y una imagen cuidada hasta el último detalle. Lejos de encasillarse, Lola Índigo fue tejiendo su universo.