Con 'La entrega', publicada por Salmandra Black, Denis Lehane certifica que es uno de los mejores escritores de novela negra y criminal del momento.
Dennis Lehane es uno de los escritores de novela negra y policiaco más respetados y leídos de los últimos años. Comenzó su carrera en 1994 con Un trago antes de la guerra, iniciando su serie con los detectives Kenzi y Gennaro, quienes protagonizarán un total de seis novelas, siendo Desapareció una noche la más conocida en parte gracias a su adaptación a la pantalla en Adiós pequeña, adiós. Mystic River y Sthutter Island, también llevadas al cine, por Clint Eastwood y Martin Scorsese respectivamente, son otras dos de sus novelas más conocidas. La entrega es hasta la fecha su última novela, la cual el propio Lehane adaptó para la película homónima estrena recientemente, primer trabajo para el cine del escritor tras algunos guiones para series como The Wire o Boardwalk Empire.
La entrega nos sitúa dos días después de Navidad en un barrio obrero de Boston en el que los negocios ilegales son controlados por bandas de chechenos. Bob Saginoswki, un hombre reservado, solitario y taciturno trabaja junto a su primo Marv regentando el bar que una vez fue de este y, tras contraer una serie de deudas, debió ceder a los chechenos. Una noche atracan el bar y ambos hombres se enfrentan a un doble problema: a los mafiosos y a la presencia del inspector Evandro Torres. Bob, por otro lado, conocerá a la joven Nadia cuando rescata a un perro que ha recibido una brutal paliza, surgiendo entre ellos la figura de un delincuente llamado Eric Deeds, un psicópata que poco a poco irá teniendo más y más protagonismos en la historia.
Lehane ya había demostrado anteriormente su capacidad para elaborar tramas criminales, sin embargo, en La entrega, brilla todavía más por el desarrollo de los personajes, tanto los principales como secundarios, creados mediante pinceladas en las que incluso el mínimo detalle anecdótico sirve para su construcción. El escritor trabaja a la perfección ese paisaje humano cuyas motivaciones van evolucionando en cuestión de días hasta la eclosión final, la cual importa más por el significado que encierra que como resolución de la historia. Pero no es La entrega una novela de personajes, o no solo; porque Lehane crea un paisaje urbano, que conoce de primera mano, en el que la soledad de los personajes, la aparente desolación y vacío de sus vidas, encuentran el marco perfecto en las calles de un duro barrio.
El escritor norteamericano hace gala de un estilo conciso y directo, pero rico y lleno de detalles; no sobra nada, tampoco falta. Va al grano en todo momento y no permite que en su historia aparezcan desviaciones innecesarias. Cuando mira hacia el pasado de alguno de los personajes, lo acaecido en otro tiempo no es mero contenido biográfico o explicativo, sino que sirve para ampliar al personaje, para dotar a la historia de más elementos que aporten sentido a la trama.
En La entrega importa el desarrollo criminal, porque en sus márgenes observamos un mundo vacío, triste, sombrío. Los personajes buscan salir hacia delante, encontrar su lugar en el mundo. Lehane juega con su pasado para convertir su presente en un callejón sin salida, estén posicionados dentro o fuera de la ley. Solo Bob, de quien conocemos más de su presente que de su pasado, depara alguna sorpresa. Y cuando esta aparece, entonces, la novela adquiere un sentido mucho mayor, si bien, se debe leer para comprender los motivos. Desvelarlo sería quitar a La entrega una parte, una gran parte, de su interés.