Este viernes 12 de septiembre el que es uno de los directores españoles más laureados de todos los tiempos, el siempre genial Alejandro Amenábar, vuelve a los cines con una nueva película que, fiel a lo que suele ocurrir en sus últimos estrenos, ha venido acompañada de una polémica que solo puede vaticinar que el largometraje sobre el escritor en español más importante de todos los tiempos será todo un éxito. Si con Mar Adentro puso en la mesa mediática la necesidad de dejar a las personas morir con dignidad mediante la eutanasia, con Ágora y Regresión quiso hablar del fanatismo religoso, y con Mientras dure la guerra un retrato de la integridad de un intelectual como Miguel de Unamuno, con El cautivo ha querido acercarse a la vida de Miguel de Cervantes.
Y, en concreto, uno de los muchos aspectos que trata la película corresponde a un aspecto importante de la vida del escritor, y es su relación homosexual con Hassan Bajá en la cárcel de Árgel. Según explica el propio director, "una de las hipótesis que se plantea en los libros de historia sobre por qué Cervantes salió vivo de Argel después de haber intentado escapar cuatro veces sin éxito es la de su posible relación con Hassan Bajá", explica el realizador en una entrevista concedida a Cinemanía, y añade: "Al leerla me convencí de que era algo que quería explorar. Primero, porque me parecía la hipótesis más plausible. Segundo, porque desde un punto de vista de la dramaturgia era más interesante. Y, tercero, ¿por qué no decirlo también? Porque yo soy creador y soy gay, y quería encontrar la conexión ahí".
Pese a que la película no se ha estrenado hasta el pasado viernes, lo cierto es que han sido numerosas las personas que, sin haber visto la película, se han mostrado disconformes con el hecho de presentar al escritor español más universal como homosexual. "Bueno,otra peli española de la que voy a pasar. Si de un tipo que fue esclavo en Argel, quedó manco en Lepanto y escribió El Quijote sólo puedes destacar una incomprobada tendencia sexual,es que no vales una mierda como contador de historias", critica un usuario en Twitter que no ha visto la película. "La figura más importante de la literatura española ensuciada por la ideología de un progre", replica otro muy informado que tampoco la visto.
Ni que decir tiene que el director ya sabía que este asunto de la homosexualidad de Miguel de Cervantes Saavedra iba a traer cola. De hecho, según explica David Bernal en Twitter, el realizador le comentó que esta película iba a ser un Amenabar "detector de homofobia".
En todo caso, lo cierto es que estas acusaciones son injustas puesto que no han visto la película, pero es que además no son verdad. De hecho, una persona tan poco sospechosa de defender lo progre y woke, como bien decían los tuiteros anteriores, que es el escritor Arturo Pérez-Reverte, no solo alabó la película sino que verdaderamente la recomienda. Así defendió la película en su Twitter: "He visto 'El cautivo' y me parece una película espléndida, amena, bien hecha. Hay dos minutos polémicos que darán mucho que hablar y no gustarán a todos; pero es una visión libre y sincera (y muy valiente) de Alejandro Amenábar. La recomiendo de verdad".
¿Pero era realmente Cervantes homosexual?
La polemica que ha suscitado (sin haber visto la película) la homosexualidad de Miguel de Cervantes pone de manifiesto la homofobia que sigue latente en la sociedad, que si hubiera mostrado un Miguel heterosexual no había polémica pero si lo muestra como gay entonces ya comienzan las críticas porque, entre otras cosas, ponen en duda que lo sean si ser demostrado científicamente, lo critican porque lo consideran una ofensa e incluso hay algunos que van más allá y lo consideran una imposición de una agenda ideológica.
Sin embargo, la homosexualidad de Cervantes no es algo que se haya inventado Alejandro Amenábar sino que es algo que algunos historiadores han discutido. Por ejemplo, Daniel Eisenberg en su artículo "La supuesta homosexualidad de Cervantes" responde a la pregunta si Miguel de Cervantes tuvo relaciones homosexuales "Es posible. Es más que posible. Sus contemporáneos lo creían posible también. Pero no podemos considerarlo un hecho".
No considera lo mismo este autor, en cambio, respecto a si el escritor sentía atracción por los hombres de forma general: "Ahora estamos meditando no lo que pudo haber pasado entre cuatro paredes, sino dentro de la mente de un individuo. Es algo que, como Cervantes mismo nos recuerda en Don Quijote (Eisenberg, La interpretación, p. 154) nunca puede saberse directamente ni con completa seguridad", explica.
"Nuestros únicos datos son sus escritos. En las obras de Cervantes hay pocas alusiones a atracciones homosexuales. Hay pocas incluso en sus obras de temática mora. La más clara la encontramos en la playa de Barcelona, donde Gaspar Gregorio corre más peligro vestido de muchacho que de doncella, porque «entre aquellos bárbaros turcos en más se tiene y estima un mochacho o mancebo hermoso que una mujer, por bellísima que sea» (II, 63)", añade Eisenberg que igualmente considera que usar el término gay para definir a Cervantes no es del todo correcto porque dicho concepto o el de homosexual es de creación moderna.
"Cervantes no era homosexual. Pero tampoco era heterosexual, en los sentidos en que hoy usamos estos términos. Si se quisiera etiquetarle de bisexual, o colocarle en algún punto de la línea que va desde cien por cien heterosexual a cien por cien homosexual, no podría oponerme. Pero usar estos términos conlleva encasillar a Cervantes en una anacrónica casilla que no le conviene, ni en la cual se hubiera sentido cómodo".
Esta idea la comparte, como no podía ser de otra manera el propio director, que en declaraciones al mencionado medio aseguraba que "acotar la conversación a los términos 'homosexual' y 'heterosexual' es algo muy de comienzos del siglo. Ya estamos viviendo en una realidad mucho más fluida". Así mismo, tampoco la película responde a la cuestión, es el espectador quien debe tomarlo en cuenta.