2024 fue un buen año de debuts y consolidaciones musicales en nuestro país. Los pesos pesados de la industria -para bien o para mal- siguieron dando de qué hablar, mientras que nuevos horizontes fueron planteados de la mano de proyectos que desmbarcaron con fuerza. Sin embargo, todo el bullicio a las órdenes del mainstream y la viralidad hace que trabajos más que interesantes puedan pasar desapercibidos del radar de los oyentes. Es por ello que traemos cinco discos del año pasado que quizás pasaste por alto y que deberías escuchar. Estas propuestas de diferentes géneros musicales destacan por ser novedosas, carismáticas y por estar ejecutadas con un talento al que merece prestar atención.

Los 5 discos del 2024 a tener en cuenta

Madre Fundadora (Metrika, D.Basto), es uno de los proyectos más interesantes en el género urbano del pasado año. Aunque cada vez más asentada en la industria, hace no tanto que la rapera de Castellón desembarcaba en el rap con una propuesta tan concreta como polémica. No apta para escrupulosos ni remilgados, las letras de Metrika exudan rabia y erotismo explícito mientras reflexionan sobre la experiencia femenina dentro de las relaciones del mundo actual.

Madre Fundadora es el cuarto disco del dúo compuesto por la rapera junto a su productor D.Basto, y se constituye de 24 canciones que, al estilo rompedor habitual de la rapera, transicionan por las fases del duelo al salir de una relación insana y obsesiva. Chulería, estética, una gran carga de cruda sexualidad y muchos guiños al satanismo para hablar de la traición, el ego roto, la rabia y los distintos rituales de una "zorra afligida". Un disco pensado para escucharse en orden cronológico para acompañar a la protagonista en su transición por el despecho. 

Track destacado: Si me hubieras querido. El tema número cinco del disco que sorprende por romper con la tónica general del álbum y dar paso al primer giro de guion dentro del mismo. Íntimo y lento, el tema es como una carta de la artista donde, más allá de la soberbia y sus barras directas, se muestra vulnerable con respecto al dolor de la traición, negándose al perdón como requisito obligatorio para sanar. 

Outlaws (Kenya Racaile), el EP de seis canciones que la artista valenciana estrenó durante el verano de 2024. Racaile debutó en 2018 con singles como Tú me llamas mami o Azabache, que la impulsaron hacia una posición más asentada, aunque manteniendo un perfil bajo en la industria.Outlaws combina los estilos de drill, trap y detroit para formular un EP que habla de la calle, "el malandreo" y las relaciones que se forjan en el margen. 

Track destacado: MSC, casi el colofón del EP en colaboración con Gloosito. Ambos traen un trap rápido con sonido detroit que funciona de manera rotunda al mezclar las voces de los artistas y que se presta para el fronteo y las barras bajo un ritmo pegajoso.

FANGO (Curro). El trabajo del arista que más repercusión ha tenido gracias a El Palmar, una de las canciones que se ha ganado la viralidad por su pegadizo estribillo y su sabor a verano. El artista ha demostrado una personalidad envidiable en sus proyectos previos, como su álbum SENTÍO (2023), dónde el gaditano puso todas las cartas sobre la mesa proponiendo una inteligente amalgama de sonidos folclóricos con letras que, por ejemplo, se cuestionan la masculinidad hegemónica en el mundo moderno.

Por su parte, FANGO son todos los veranos pasados sentidos desde el recuerdo en visión periférica. La imagen del mar, el sol y la arena combinado con el deseo de experimentar la vida y las relaciones con plenitud y talante. Un cóctel de toques urbanos, latinos, funk carioca, flamencos y electrónicos para disfrutar del paisaje del sur comiendo un helado.  

Track destacado: Apático, como tema que resume el EP y el sonido que propone Curro en este trabajo. Con un tono carioca y un ritmo pegadizo que recuerda al verano, la canción nos trae al tema central del choque entre el amor y las expectativas vitales.

El Credo del Desamparado (Wavy S). Volvemos al rap al estilo más puro. Una oda a "los nadie", estabulados en la periferia de la capital y cuyas vidas se diluyen dentro del sistema. El artista emergente nos trae un álbum de quince temas que hilan conceptos interconectados entre sí y que atraviesan todas las experiencias vitales de aquellos "presos de la impotencia". 

Cargado de disertaciones del mundo en el que vivimos ejecutadas con estilo y carisma, el artista también muestra influencias del hip hop norteamericano, enarbolando el egotrip como motor en muchos de los temas. Casi como parte de la narrativa a la que aluden sus letras, ECDD está producido en su totalidad por el propio artista, a excepción de dos de sus pistas, y ha sido grabado en el home studio de su propia casa.

Track destacado: Young Gunel cuarto tema del disco que aúna algunos de los puntos clave del proyecto de Wavy S. Nostalgia de barrio obrero y códigos culturales comunes mezclados con un mensaje claro: negarse a permanecer en el margen. Young Gun es el hambre de algo más, el que nace de heredar sacrificio y querer legar libertad. La visión y el ansia de un chaval criado en el extrarradio que sabe cómo quiere hacer las cosas mientras es plenamente consciente de lo que le han arrebatado.

Creo que soy de porcelana (Las Petunias). Nos vamos al lado más tierno del undergorund en la capital. El trío formado por Cecilia, Golla y Elsa ya había sacado sencillos y EPs -como Nunca he llorado- pero en 2024 debutaron con su primer disco de 10 canciones que las sitúa en el mapa del indie-pop madrileño al tiempo que tontean con el soft punk en una exploración de su sonido personal.

Con un homenaje particular a Jarfaiter y su salvaje Mantenlo criminal, la banda madrileña versiona al rapero en este disco con Marcelo Criminal, una traducción libre de la picaresca de barrio adaptada al idioma del moderneo punky de cualquier garito de Malasaña. Firmando con la voz de una generación incorformista y ansiosa, Las Petunias son diversión, frescura y una apología a sacar los pies fuera del tiesto.

Track destacado: Si se muere tu perroel segundo tema del álbum que gira en torno al desamor y las experiencias fallidas. La canción está contemplada bajo un tono angelical que choca de lleno con los arranques de ritmo e ira que reivindican a la persona damnificada de la relación, la "chica histérica" a la que tanto miedo parecen tenerle algunos.