'La Casa del Dragón' arrasa. Su primer episodio ha barrido en todo el planeta convirtiéndose en el mejor estreno de una serie de HBO Max desde su nacimiento. Sumó la madrugada del domingo al lunes - cuando se proyectó en todo el planeta - 9,986 millones de espectadores, el doble de público que el primer episodio allá por 2011 de 'Juego de Tronos', que alcanzó 4,152 millones de  espectadores. Si tenemos en cuenta el crecimiento exponencial de tuvo la emblemática serie cuya octava temporada vieron 17 millones de personas, HBO Max confía en que su nueva apuesta, se convierta  en todo un éxito sin precedentes en el mundo entero.

Motivos no le faltan para lograrlo

Los millones de fans que siguieron con fervorosa pasión a su brillante antecesora, no pueden sentirse defraudados tras este primer episodio. Además de los enfrentamientos y las desmesuradas disputas entre los distintos miembros de los Targarien por hacerse con el mando supremo de los 7 reinos, de nuevo hay no poca sangre derramada, tormentas políticas, domésticas y reales imperdonables, cabezas degolladas que ruedan por doquier entre los adoquines desvencijados de palacio, burdeles hasta arriba de prostitutas desnudas con las que  la corte masculina y militar del rey descarga sus sórdidos deseos sexuales, y sobre todo traiciones, odio y las alianzas a cualquier precio, con tal de hacerse con  el disputado y encrespado trono de Hierro vacante.

Ese baño de sangre que se avecina (200 años antes que “Juego de Tronos”) hace especialmente atractiva a “La Casa del Dragón”. La batalla a vida o muerte por el poder la libran por una lado, la joven princesa de 15 años Rhaenyra Targaryen (interpretada maravillosamente por Milly Alcock) de 15 años y gran aspirante a suceder a su padre, la prima del rey y princesa Rhaenys Targaryen (Eve Best)  a la que desde que nació y por ser mujer, se le negó cualquier posibilidad como futura reina, y el tío de Rhaenyra llamado príncipe Daemon Targaryen (Matt Smith), un guerrero violento e impetuoso, al que muchos tachan de loco. A ellos se unirá, la joven nueva esposa del rey e íntima amiga de Rhaneyra. Sobrevolarán así incontestables deslealtades familiares en un palacio, protegido por más de 20 dragones al servicio de la  popular saga.

La ruptura de viejas alianzas y la traición marcan esa primera hora que pasa volando y que como venía siendo habitual en su predecesora, deja con ganas de más. “La Casa del Dragón” pronto se convertirá en un juego de ajedrez político de inmensas dimensiones, que llega dispuesto a consolar a esos millones de seguidores de “Juego de Tronos”, que, tras el final de la serie, se quedaron más huérfanos que nunca de fantasía épica.

Dada la repercusión y éxito de este primer episodio, no sería de extrañar que, en muy poco tiempo, HBO Max anuncie la renovación de la serie por una segunda temporada. Como decíamos al principio, razones no le faltan, más bien le sobran. En único pero es que solo se estrena un episodio a la semana. La compañía quiere exprimir al máximo como es natural, su nueva gallina de los huevos de oro y ofrece bajo demanda semanal, cada uno de los 7 capítulos que componen esta primera temporada.