Blair no es solo una cantante emergente en el panorama musical argentino: es una fuerza estética que combina música, cine, diseño gráfico y redes sociales para construir un universo propio. Nacida en Argentina y formada en diseño gráfico, Rozas ha sabido conjugar su sensibilidad visual con una propuesta sonora que muta constantemente, pasando del pop-rock a las baladas folk sin perder su identidad. Tras el debut de Llorando en la fiesta, compuesto y grabado en apenas diez días, su segundo álbum Bar Scorpios muestra una evolución narrativa y conceptual, con tintes oscuros y cinematográficos.
Charlamos con ella sobre su proceso creativo, su visión estética, la presión de las redes sociales y lo que se viene en su carrera.
Pregunta (P): ¿Cómo describirías tu estilo musical?
R: Siempre digo que es como si mi déficit de atención con hiperactividad fuera música. En mi primer disco era más pop-rock, pero el último tiene un poco de todo. Me gusta escuchar de todo y eso se nota. Hay una balada, una canción más folk… lo importante es no encasillarse.
P: Mencionaste que te influyen bandas como The Cure o Fleetwood Mac. ¿Cómo integras esas referencias en tus composiciones?
R: En esas bandas hay melodías alegres y letras tristes. Eso lo adopté mucho. Por ejemplo, en “Todo lo que tengo”, la melodía es súper de radio, pero la letra es muy oscura. Me gusta que estés bailando y de repente te des cuenta de lo que realmente estás escuchando.
P: Estudiaste diseño gráfico. ¿Cómo influye eso en tu identidad visual?
R: Muchísimo. Desde chica me gustaba lo estético: Tumblr, sacar fotos, editar... En vez de hacer fiesta de 15, pedí una cámara. Después estudié diseño gráfico porque mi madre quería que estudiara “algo”. Me sirve para todo: flyers, videoclips, la armonía visual. Ahora empecé a delegar porque si hacés todo vos, te repetís.
P: ¿Qué relación tienes con las redes sociales?
R: Amor-odio. Mi favorita es Instagram. Twitter es un arma de doble filo. Un día te aman, otro te cancelan. Me insultaron mucho y también me halagaron. Igual me gusta compartir lo que me gusta: música, libros… cosas que a veces siento que a otros artistas les da miedo mostrar.
Hice mi primer disco en 10 días con mi mejor amigo
P: ¿Cómo fue crear Llorando en la fiesta en tan poco tiempo?
R: Fue una locura. Viajé a Buenos Aires para trabajar con alguien que no conocía, Dante Saulino, y en diez días hicimos todo. No teníamos letras, fue todo sobre la marcha. Después lo mandamos a sellos, y al final salió de forma independiente. Para el primer show quedé en rojo económicamente, pero fue una inversión que valió la pena.
P: ¿Y en Bar Scorpio? Se nota un salto narrativo.
R: Sí. Me pasó que me enamoré justo antes de escribirlo y ya no podía escribir sobre desamor. Entonces pensé en una historia ficticia. Como escribir el guion de una película. Algunas letras salieron a partir de imaginar los videoclips. Pensé cada track como una escena.
P: ¿Tu proceso creativo empieza desde lo visual?
R: Cien por cien. Ya estoy pensando el tercer disco y parto de cómo me quiero vestir, qué quiero mostrar. Eso determina el sonido. Soy muy de las imágenes.
P: ¿Tienes una canción favorita del nuevo álbum?
R: Dejar de ser yo. Es la única balada pura del disco, con piano. Siempre me emociona, me dan ganas de llorar.
En el Lollapalooza terminé bañada en sangre
P: Participaste en festivales grandes como Lollapalooza o Cosquín Rock. ¿Cómo fue esa experiencia?
R: Una locura. Pensar que con ese disco hecho en 10 días terminás tocando en esos festivales... Muy agradecida.
P: ¿Cómo concibes la puesta en escena de tus conciertos?
R: En el primer disco fui probando. Empecé con brillos y cortinas de fiesta, y después terminé bañada en sangre como en Carrie. Era llevar al extremo el dolor adolescente del corazón roto. Ahora, para Bar Scorpios, quiero que sea como ver una obra de teatro.
P: ¿Cómo manejas la exposición y las expectativas del público?
R: Siento que con mis fans tengo una relación muy cercana, tipo amigas. Me mandan regalos hechos a mano que ni mi madre pensaría. Yo comparto mucho de lo que me gusta, y eso crea vínculo. Nunca hago canciones pensando en qué esperan. Prefiero sorprender, cambiar de estilo y ver quién se queda.
P: ¿Planes de colaboraciones?
R: Estuve juntándome con gente en España para hacer sesiones, pero nada confirmado aún. Me gustaría colaborar con María Terremoto o Marinila Bertoldi. Me encanta Miranda también.
P: ¿Qué consejo darías a artistas emergentes?
R: Que hagan música para ellos, no pensando en agradar. Que vean el gasto como inversión, y que no tengan miedo de firmar con un sello si es el adecuado. Sony me está ayudando muchísimo, es otro nivel.