Muy poco después de salir a la venta el pasado junio, ya se agotaron las entradas para el espectáculo orgánico y experimental con el que Jan Fabre, el afamado dramaturgo, coreógrafo y artista visual belga, va a hacer temblar las butacas de los Teatros del Canal de Madrid durante 24 horas, este fin de semana. Desde sus inicios, y adquiriendo más intensidad en el riesgo escénico y el compromiso político conforme han ido pasando los años, Fabre ha destacado por su interés por la performance, con la que ha desafiado las barreras entre la realidad y la ficción analizando aspectos crudos del cuerpo humano como la sangre, las heces, el vómito, el dolor, las heridas o el peligro de muerte. Monte Olimpo, la performance teatral de un día entero con la que este fin de semana sorprenderá en Madrid, se inspira en la mitología griega, en Hecuba, Edipo, Fedra, Orestes o Electra, y gira en torno a los conceptos de familia y tragedia, vinculando éste último a desastres actuales como la guerra de Siria o la actividad del Daesh.

Masturbación y 'fisting'

El autor, que sufre problemas de insomnio, sacará partido de la fatiga y el sueño del espectador, y en varios momentos de la obra, el público, que irá entrando en el argumento a base de mapas conceptuales, asistirá a escenas de alto contenido sexual, "una auténtica bacanal griega", según la ha definido Fabre, que incluye masturbaciones y hasta una escena de fisting. El objetivo de la pieza es conseguir una catarsis como la de las propias tragedias griegas, y nace de la duda que se planteó Fabre, que es un gran defensor de correr riesgos en el teatro, en torno a si ésta podría lograrse frente al espectador de hoy. El espectáculo está de vuelta de una gira por 17 ciudades distintas, y Fabre ha asegurado que "siempre ha sido una experiencia increíble" en la que todo el público "se queda hasta el final". En Berlín, el día del estreno, la obra tuvo más de 40 minutos de aplausos.

Treinta intérpretes y varios idiomas

La directora de los Teatros del Canal, Natalia Álvarez Simó, ha calificado a esta producción como "el evento del año". De hecho, las puertas del teatro se cerrarán para poner todo el espacio "a disposición del público". Habrá “zonas de descanso, cafetería abierta 24 horas y personal para atender a los espectadores”. Treinta intérpretes en un montaje que se representa en varios idiomas -inglés, francés, alemán, holandés e italiano, con subtítulos en español-, pondrá a más de 30 artistas sobre el escenario y el público contará con "mapas conceptuales".