La denostada “canción del verano” no debería serlo tanto, al menos en su denominación genérica. Es verdad que ha habido algunas deleznables, como La barbacoa o El chiringuito. Pero hemos metido injustamente en el mismo saco a aquellas exentas del más mínimo nivel de calidad y esas otras que nos han hecho pasar magníficos veranos, desde la dignidad e, incluso, la excelencia. Hoy nos vamos a referir a aquellas que no solo fueron canción del verano en su momento, sino que se convirtieron en himnos de la llamada movida de los años ochenta y que en este agosto podrás bailar en las fiestas de tu pueblo, ya que numerosas orquestinas locales y muchos djs “modernuquis” las utilizan sin recato alguno ¡por que tus hijos también las bailan!