¿Comemos mucho o comemos poco los españoles? ¿Cómo evoluciona el consumo de alimentos en nuestro país? ¿Se producen cambios significativos en nuestra alimentación? Todo eso lo podemos ver en el Informe del Consumo Alimentario en España 2015  que publica el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Veamos en esta primera información la evolución del gasto, del lugar de compra y del consumo de productos.

El gasto total en alimentación en España el año 2015 (consumo efectuado tanto en el hogar como fuera del mismo) ascendió a 99.037 millones de euros, lo que supone un incremento del 1,01% respecto al año 2014.

El gasto en alimentación en los hogares españoles ascendió a 67.043 millones de euros, registrándose un aumento del 0,9% respecto al año 2014. Esta evolución es el resultado del descenso en el consumo (-1,3%) junto con el mayor precio medio de los alimentos (+2,2%):

-El consumo per cápita medio ascendió a 656,7 kg/L por persona.

-El gasto per cápita medio ascendió a 1.502,9 € por persona.

El canal preferido para las compras de productos de alimentación es el supermercado, representando el 44,1% de las compras de estos productos. También es el canal preferido en el caso de las compras de productos envasados, representando el 52,8% de las compras de estos productos. Por otro lado, la tienda tradicional es el canal preferido para la compra de productos frescos, representando el 35,6% de las compras de estos productos.

Respecto al consumo de los diferentes grupos de alimentos y bebidas (en términos de volumen):

Se observa una evolución positiva en derivados lácteos, frutas y hortalizas transformadas, pasta, frutos secos, platos preparados, salsas, vinos tranquilos con DOP, vinos con IGP, agua envasada y bebidas espirituosas.

Se mantiene estable en bollería, pastelería, galletas, cereales y productos navideños, cervezas, zumos y néctares.

Se produce un descenso en aceite, leche líquida, carne, pescado, pan, frutas frescas, hortalizas frescas (incluidas patatas frescas), patatas, legumbres, cafés e infusiones, aceitunas, huevos, arroz, azúcar, caldos, especias y condimentos, sal, vinos espumosos (incluido Cava) y vinos gasificados con DOP, vinos sin DOP/IGP, bebidas refrescantes.