Las regletas son una solución común y práctica para conectar varios dispositivos eléctricos en el hogar. Sin embargo, su uso inapropiado puede implicar peligros importantes para la seguridad, especialmente cuando se instalan en lugares poco adecuados o se utilizan sin tomar ciertas precauciones.
Los riesgos se amplían con la humedad
Uno de los principales riesgos asociados al uso de regletas está relacionado con la humedad. Espacios como cocinas y baños —donde la presencia de agua es habitual— son especialmente peligrosos. Según indica la estadística, el 40 % de las electrocuciones graves se producen en zonas húmedas. Incluso si no están en funcionamiento, las regletas colocadas cerca de grifos o fregaderos pueden convertirse en una amenaza, especialmente en hogares con niños pequeños.
Evita poner la regleta cerca de una ventana
También deben evitarse ubicaciones como los alféizares de las ventanas, donde una lluvia repentina podría mojar el dispositivo. La exposición continua a la humedad puede dañar los componentes internos y provocar fallos eléctricos. De hecho, las nuevas normativas eléctricas que entrarán en vigor en 2025 impondrán restricciones más estrictas a la instalación de equipos eléctricos en zonas expuestas al agua.
Mantenlo lejos de materiales inflamables
Otro aspecto crítico es la cercanía a materiales inflamables. Telas, cortinas, alfombras o muebles tapizados pueden convertirse en focos de incendio si una regleta se sobrecalienta o genera una chispa. Los datos indican que el 35 % de los incendios de origen eléctrico en Francia tienen relación directa con este tipo de situaciones. Los expertos recomiendan dejar al menos 30 centímetros de espacio libre alrededor de cada regleta para reducir el riesgo.
Otras prácticas que debes evitar
El uso indebido también incluye prácticas como conectar varias regletas a una misma toma de corriente o enchufar en ellas dispositivos de alto consumo, como hornos, calentadores o aires acondicionados. Este tipo de electrodomésticos pueden superar con facilidad la capacidad máxima de una regleta convencional, estimada en unos 3.500 vatios, lo que puede provocar sobrecargas y, en el peor de los casos, incendios.
Recomendaciones generales
Entre las recomendaciones básicas para un uso seguro se encuentran desenchufar las regletas cuando no se usen, revisar su estado regularmente, evitar su uso en espacios cerrados y hacer revisiones eléctricas periódicas con profesionales.
Aunque parecen accesorios inofensivos, un mal uso de las regletas puede tener consecuencias graves. La prevención y el mantenimiento adecuado son claves para evitar accidentes en el hogar.