Durante los meses de calor, una de las principales preocupaciones es lograr una temperatura agradable dentro de casa sin depender constantemente del aire acondicionado o los ventiladores. El consumo energético de estos aparatos es elevado, por lo que muchas personas buscan alternativas que ayuden a refrescar el hogar sin disparar la factura de la luz.

Un método inspirado en el hombre de las cavernas

Joseph Holman, experto en puertas y ventanas y director ejecutivo de la empresa Green Doors, propone un sistema que denomina "el método del hombre de las cavernas". En declaraciones a la revista Tom’s Guide, especializada en estilo de vida, explica que la clave está en imitar las condiciones de una cueva para mantener el interior fresco.

“Una cueva es fresca durante las olas de calor porque es oscura, no recibe luz solar directa ni tiene una entrada constante de calor”, señala Holman. Aplicado a una vivienda, esto se traduce en mantener puertas y ventanas cerradas durante las horas de más calor, bajar las persianas y reducir al máximo la entrada de luz y calor del exterior. También se recomienda apagar las luces para evitar que generen más calor en el ambiente.

Abrir las ventanas no siempre ayuda

Una práctica común durante el verano es abrir todas las ventanas para crear una corriente de aire. Sin embargo, Holman advierte que esto puede tener el efecto contrario al deseado si la temperatura exterior es más alta que la interior. En ese caso, lo único que se consigue es calentar más la vivienda.

Esto también ocurre por la noche en zonas con climas muy calurosos o húmedos. Muchas personas abren las ventanas esperando que entre aire más fresco, pero si la temperatura no ha bajado lo suficiente, es mejor mantenerlas cerradas para conservar el ambiente fresco acumulado durante el día.

Qué hacer cuando no se puede vivir a oscuras

El método del hombre de las cavernas es fácil de aplicar si no se está en casa durante las horas centrales del día: se cierran persianas y ventanas antes de salir, y al regresar el ambiente estará más agradable. Sin embargo, no siempre es práctico para quienes teletrabajan o necesitan luz natural para sus actividades.

En estos casos, existen otras formas de reducir la entrada de calor. Algunas personas colocan toallas húmedas cerca de las ventanas o sitúan botellas de agua congelada frente a ventiladores para enfriar el aire. A largo plazo, Holman sugiere instalar láminas tintadas en los cristales para reflejar el calor, cambiar las ventanas por otras con mejor aislamiento térmico o colocar toldos enrollables para bloquear la radiación solar directa.

Cuándo es mejor ventilar

Cerrar todo durante el día no significa mantener la casa hermética las 24 horas. Los momentos recomendados para ventilar son a primera hora de la mañana o al anochecer, cuando las temperaturas son más bajas. El objetivo es aprovechar esos momentos frescos para renovar el aire, y después mantener esa frescura durante el resto del día.

En resumen, se trata de adaptar el hogar a los cambios de temperatura, cerrándolo cuando hace calor fuera y abriéndolo cuando refresca. Además de ayudar a mantener una temperatura más agradable, este método contribuye a reducir el uso de aparatos eléctricos y, con ello, el consumo energético.