Usar la lavadora mientras te das una ducha puede parecer una forma eficiente de aprovechar el tiempo. Sin embargo, varios expertos advierten que esta práctica puede provocar problemas con la presión del agua, cambios bruscos de temperatura e incluso un aumento en el consumo eléctrico. Así lo explican varios profesionales del sector en declaraciones recogidas por NVO Akseleratorius.

Problemas con la presión del agua y la temperatura

En muchas viviendas, el agua caliente de la ducha y de la lavadora proviene del mismo sistema. Esto es especialmente común en hogares con termos eléctricos de entre 110 y 150 litros. Según Alex Atkinson, fontanero y especialista en calefacción y aire acondicionado de Super Brothers, cuando estos equipos funcionan a la vez, el calentador puede vaciarse rápidamente y no tener capacidad suficiente para abastecer ambos usos.

El resultado es una caída en la presión del agua y variaciones bruscas de temperatura. Si tu sistema de agua caliente es pequeño o no está bien ajustado, notarás que el agua del grifo pierde presión o se vuelve fría de forma repentina mientras te duchas.

Soluciones que puedes aplicar en casa

Para evitar este tipo de situaciones, Atkinson recomienda cambiar a un termo de mayor capacidad o, directamente, instalar un calentador de agua instantáneo (también conocido como sitema de flujo continuo). Este tipo de equipos calientan el agua solo cuando se necesita, por lo que no se agota el suministro.

Otra opción es instalar un mezclador termostático o una válvula de equilibrio de presión en la ducha. Según Nick Hendricks, director general de Kingdom Plumbing, estos dispositivos ayudan a mantener la temperatura del agua constante incluso cuando se utiliza otro grifo o electrodoméstico en casa.

También afecta al consumo eléctrico

Poner la lavadora en programas que usan agua caliente puede forzar aún más el sistema. El termo tendrá que calentar agua para ambos usos al mismo tiempo, lo que no solo reduce su eficiencia, sino que también puede acortar su vida útil. Eso se traduce en un mayor consumo de energía y, en consecuencia, en una factura más alta.

Por eso, otra solución sencilla es cambiar tus hábitos y poner la lavadora justo después de ducharte, en lugar de hacerlo al mismo tiempo.

Recomendaciones clave

 

  • Mezclador termostático o válvula de presión: Instalar un mezclador termostático en la ducha o una válvula que equilibre la presión del agua puede marcar la diferencia cuando usas varios grifos al mismo tiempo. Estos dispositivos detectan los cambios en la temperatura y el caudal del agua y los corrigen automáticamente, manteniendo estable la salida de agua caliente en la ducha aunque en otro punto de la casa se abra otro grifo o se active la lavadora. Son fáciles de instalar y mejoran mucho el confort durante el baño.
  • Revisar el termo: Si notas que el agua caliente se agota muy rápido cuando varias personas se duchan o cuando se usan varios aparatos a la vez, es posible que tu termo sea demasiado pequeño para las necesidades de tu hogar. En ese caso, conviene considerar cambiarlo por uno de mayor capacidad. Otra alternativa es instalar un calentador de agua instantáneo, que calienta el agua sobre la marcha y no se queda sin suministro, aunque se usen varios grifos al mismo tiempo. Aunque su instalación puede ser más costosa, a la larga ofrece más autonomía y eficiencia.
  • Sistema de recirculación de agua caliente: Este tipo de sistema incluye una bomba que mantiene el agua caliente circulando por las tuberías, lo que permite tener agua caliente al instante en los grifos sin necesidad de esperar. Además de mejorar el confort, ayuda a reducir el desperdicio de agua, ya que no necesitas dejar correr el agua hasta que se caliente. También se gana en eficiencia energética, sobre todo si el sistema incluye un temporizador o sensor de uso.
  • Evita el uso simultáneo: La forma más simple y económica de evitar estos problemas es organizar los horarios de uso del agua caliente. Por ejemplo, puedes poner la lavadora después de ducharte o programarla para otro momento del día. Esta pequeña modificación en tu rutina diaria puede evitar caídas de presión, cambios de temperatura y un uso excesivo del termo, sin necesidad de hacer ninguna obra en casa.