Durante los meses de calor, el uso del aire acondicionado se dispara. Pero no todos los modelos consumen lo mismo, y hay formas de reducir el gasto en la factura eléctrica. Aquí te explicamos qué tener en cuenta.

Tipos de aparatos y consumo medio

El consumo energético depende, ante todo, del tipo de aire acondicionado. Los modelos portátiles suelen estar entre los que más electricidad utilizan, con un consumo que varía entre 1,0 y 1,5 kWh por hora, y que puede llegar a 1,8 kWh/h en los menos eficientes.

Los sistemas Split sin tecnología inverter consumen entre 0,8 y 1,2 kWh/h, pero son menos eficientes que los que sí tienen esta tecnología. Los Splits con inverter (clases A++ o A+++) tienen un consumo más bajo, de 0,4 a 0,7 kWh/h, ya que ajustan la potencia según la temperatura del ambiente.

En el caso de los Multisplit (con dos unidades para varias habitaciones), el gasto puede subir hasta 1,2–1,8 kWh/h en total. Y un modelo estándar como un Split de 12.000 BTU, habitual en habitaciones medianas, consume entre 0,9 y 1,2 kWh/h.

La clase energética también influye

El etiquetado energético ofrece otra pista importante. Un aparato con clasificación A o superior puede tener un consumo anual estimado de 160 kWh. En cambio, si la etiqueta es de clase C, el gasto puede aumentar hasta 260 kWh al año.

También hay que considerar la potencia del dispositivo, medida en BTU (British Thermal Units). A mayor potencia, mayor será el consumo energético.

Cuánto cuesta usar el aire acondicionado

Según datos recogidos por Red Electrica a partir de las tarifas de junio de 2025, el precio medio de la electricidad fue de 170,32 €/MWh (es decir, el precio medio de la electricidad fue de 0,17032 €/kWh en ese mes). Pero este valor puede variar en función de factores como el clima, la temperatura que se programe, el aislamiento térmico de la vivienda o posibles fugas de aire frío.

Si se toma como referencia un uso de 8 horas al día durante los tres meses de verano (junio, julio y agosto), el gasto estimado puede ser el siguiente:

  • Un Split con inverter en clase A++ consume entre 0,0681 y 0,1192 euros por hora, con un coste mensual entre 16,34 y 28,61 euros, y un gasto total de verano entre 49,02 y 85,83 euros.
  • Un Split básico en clase A puede generar un gasto de entre 0,15 y 0,20 euros por hora, es decir, entre 110,38 y 147,17 euros en total por los tres meses.
  • En el caso del Multisplit, los costes por hora se sitúan entre 0,20 y 0,31 euros, lo que supone entre 147,17 y 220,75 euros por verano.

En una vivienda con al menos dos aparatos funcionando 8 horas al día, el coste total estimado para el verano 2025 se mueve entre unos 98,04 (en el caso más eficiente) y hasta 441,50 euros en el escenario más exigente.

Consejos para reducir el consumo

Hay varias medidas sencillas que pueden ayudar a reducir el gasto eléctrico:

  • Mantenimiento regular: limpiar los filtros y revisar el circuito de gas permite que el aparato funcione sin esfuerzo adicional. Si no se cuida, puede llegar a consumir hasta un 30% más de energía.
  • Ubicación correcta: instalar el Split en la parte alta de la pared favorece la distribución del aire frío, que tiende a bajar y mezclarse con el aire caliente.
  • Control de la luz solar: cerrar persianas, bajar estores o usar cortinas gruesas durante las horas más calurosas del día evita que se caliente la casa innecesariamente.
  • Evitar otras fuentes de calor: en los momentos de más calor, conviene reducir el uso de aparatos como televisores, hornos, luces o portátiles, que elevan la temperatura interior.
  • Aprovechar energías renovables: los sistemas de aire acondicionado por bomba de calor pueden conectarse a paneles solares. Si se sincroniza su uso con las horas de mayor producción solar, se puede cubrir parte o todo el consumo con energía fotovoltaica.

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