Con poco más de 300 habitantes, Wamba es el único pueblo de España cuyo nombre empieza por "W", aunque también cuenta con otras curiosidades que lo convierten en un destino único. Por ejemplo, esta pintoresca localidad, situada a 17 kilómetros de la ciudad de Valladolid, alberga en su territorio un osario con más de un millar de calaveras humanas.
El único pueblo que empieza por "W"
Wamba tiene una historia fascinante que se remonta a la época visigoda. El origen de su nombre está directamente relacionado con el rey visigodo Wamba, quien fue nombrado monarca en el año 672. Este acontecimiento ocurrió en el lugar que entonces se conocía como Gérticos, donde había fallecido su predecesor, el rey Recesvinto.
Siguiendo la tradición de coronar al nuevo rey en el lugar donde había muerto el anterior, Gérticos pasó a llamarse Wamba en honor al nuevo monarca, el cual fue uno de los últimos reyes visigodos que gobernó antes de que los musulmanes comenzaran su conquista en el año 711.
¿Qué ver en Wamba?
No obstante, su nombre no es lo único que destaca en este curioso lugar, donde se encuentra una de las pocas iglesias de estilo mozárabe que se conservan en nuestro país. Se trata de la Iglesia de Santa María de la O, cuyas construcciones principales se corresponden al siglo X. Posteriormente, la edificación se amplió siguiendo el estilo románico.
Iglesia de Santa María de la O, de estilo mozárabe y románico, situada en Wamba, Valladolid.
Dentro de la misma se pueden apreciar varios retablos, entre los que se destingue uno de estilo flamenco realizado en el siglo XVI con oro y plata. Al lado de la iglesia se encuentran algunas paredes del claustro de un monasterio que se mantuvo adosado al edificio, mientras que en su centro se encuentra la tumba en la que está enterrado el rey Recesvinto, o al menos esa es la creencia popular.
Con el paso de los siglos, este templo se fue adaptando y mantuvo su relevancia, convirtiéndose en una de las primeras construcciones mozárabes de la zona. A pesar de tener pocas influencias del sur y contar con infinidad de elementos de la arquitectura de la repoblación. Es por esta razón que en la Iglesia de Santa María de la O, llamada así en honor a la Virgen embarazada, se puede disfrutar de composiciones mozárabes, románicas y góticas, como la capilla de Doña Urraca.
Un osario con más de 1.000 calaveras humanas
Sin embargo, el lugar más sorprendente que se puede visitar en Wamba es el que se esconde tras una de las puertas del claustro. Se trata del osario de la Orden de San Juan, en el que se apilan, nada más y nada menos, que unas 1.000 calaveras humanas, según relatan las fuentes consistoriales.
Por si este sitio no fuera de por sí lo suficientemente misterioso (e incluso podríamos decir que es macabro), un espeluznante mensaje puede leerse en la entrada, que reza: "Como te ves, yo me vi, como me ves te verás. Todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecarás".
Osario de la Orden de San Juan, situado en la Iglesia de Santa María de la O en Wamba, Valladolid. Wikipedia
Allí, se acumulan restos de más de 2.000 personas que se recopilaron desde la Alta Edad Media por razones que a día de hoy todavía no tienen una explicación clara. Asimismo, se trata de un osario en el que los fémures y el resto de los huesos están perfectamente ordenados, como si de un puzle se tratara.
En la actualidad, todo siguen siendo hipótesis en esta localidad que de los Montes Torozos, con pasado visigodo y mozárabe, que vio cómo la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén pasó por sus calles hasta asentarse en el lugar de manera definitiva.
Objeto de estudios científicos
Lo que sí se conoce es que la capilla de los huesos fue mucho mayor de lo que se aprecia hoy en día. La disminución de su tamaño se debe principalmente al inexorable paso del tiempo, aunque también a la curiosidad científica, que quiso analizar el osario durante los años 50. Década en la que el doctor Gregorio Marañón decidió llenar dos camiones enteros de huesos para estudiarlos en la Universidad Complutense de Madrid. Unos huesos que nunca regresaron a Wamba.
Si bien en líneas anteriores se ha señalado que no se conoce el origen exacto del osario, también hay teorías que apuntan a que este lugar tan tenebroso surge como resultado de que se vaciara un viejo camposanto, ya inexistente en el municipio vallisoletano.
No obstante, la cantidad de huesos es tal, que se piensa que también se recogieron cadáveres de hospitales y otros cementerios de distintas localidades de Castilla y León, y se sepultaron en el lugar. En definitiva, se entremezclan distintas explicaciones motivadas por la practicidad junto a la necesidad de la época de dejar mensajes sobre la muerte que hiceran reflexionar a quienes estaban vivos.
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