Hubo un tiempo muy, muy lejano, en el que se pensaba que Aragón era tierra de dragones y criaturas mágicas. Algunos de ellos disfrutaron de gran fama y se mantuvieron en el tiempo, aunque pasaran siglos y siglos. Uno de los más conocidos fue el de Bronchales, uno de los pueblos más altos de España, localizado en la Sierra de Albarracín.

El hogar de un dragón, según cuenta la leyenda

Este misterioso animal mitológico aparece en la literatura de Javier Sebastián, según la cual vivía en una cueva próxima a la Fuente del Hierro y era imposible de atacar. Cuenta la leyenda que el dragón asustaba a los vecinos gracias a su poder hipnotizador. En otras palabras, la criatura hipnotizaba a los lugartenientes para después acabar con sus vidas. En el mejor de los casos, sometía a los pastores mirándolos a los ojos y a continuación les quitaba lo que tenían de comida. Dicen los habitantes del lugar que mucho peor era cuando se encontraba con una mujer, ya que le aplicaba su boca a los pechos hasta vaciárselos y daba el extremo de su cola a los bebés cuando estaban dormidos.

Como no podía ser de otra manera, las habladurías, para algunos hechos probados, aumentaron las ganas que tenían los habitantes del municipio de plantar cara al dragón, así que se lanzaron a atacar a la criatura. ¿Cómo lo hicieron? El alcalde pidió consejo a un sabio ermitaño que vivía en las montañas, a quien bastó una palabra para recomendar cómo abordar a la bestia: fuego. Ello da sentido al título del libro de Javier Sebastián: La casa del calor.

Dicho y hecho, cuando el dragón se fue a dormir, los lugartenientes le bloquearon la salida de la impenetrable cueva con ramas que quemaron. En este punto de la historia, existen dos finales. El primero es que el dragón murió y que sus alaridos estremecieron tierra y árboles, mientras que su sangre se derramó por toda la zona y la contaminó con sabor amargo, especialmente el agua de la Fuente del Hierro. La otra versión es que los ciudadanos entraron en la cueva -de unos siete kilómetros de longitud- con antorchas al amanecer y vieron otra salida, por la que podría haber escapado el dragón.

Fuente del Hierro situada en la Sierra de Albarracín, Teruel. Ayuntamiento de Bronchales

Bronchales, mencionado en el Cantar de mio Cid

La historia de Bronchales se remonta a tiempos antiguos. Un hecho que se evidencia a través de los diferentes descubrimientos de sus yacimientos arqueológicos: desde herramientas de sílex del Neolítico encontradas en las Tejedas y la Fuente del Hierro, hasta objetos de la Edad del Bronce y la época íbera en Santa Bárbara y las Corralizas; además de los restos de una cerámica romana del siglo I en El Endrinal, ahora preservados en el Museo de Teruel.

De la Edad Media en Bronchales destaca la ermita de Santa Bárbara, del siglo XIV y de arquitectura protogótica con reminiscencias románicas en su torre, que no deja indiferente a ningún turista, pues ofrece unas impresionantes vistas panorámicas del pueblo y sus pinares.

Además, cabe destacar que durante este mismo periodo histórico Bronchales es mencionado en la literatura medieval, más concretamente en el Cantar de mio Cid, específicamente en el verso 1475, que dice así: "Trocieron a Santa María (Albarracín) e vinieron a albergar a Fronchales (Bronchales)". Por esta razón, en la actualidad el municipio está incluido en el Camino del Cid, conocida como la ruta de "las tres taifas".

¿Qué visitar en Bronchales?

Volviendo al principio de estas líneas, Bronchales es uno de los pueblos más altos de España, tal y como amparan sus 1.569 metros sobre el nivel del mar. ¿La consecuencia mejor y más directa? Que esto le permite estar en contacto directo con la naturaleza.

Comenzaremos nuestra particular ruta por la Ermita de Santa Bárbara, del siglo XIV y ubicada al lado del cementerio, encima de las rocas que predominan el pueblo. Lo más llamativo de este sitio -más allá de los detalles renacentistas- es que desde él se puede observar una panorámica del municipio y del conjunto de la sierra.

Ermita de Santa Bárbara de Bronchales, Teruel. Ayuntamiento de Bronchales

En ella se construyó la Iglesia Parroquial en honor a la Virgen de Nuestra Señora de la Asunción en el siglo XVI. Se trata de uno de los espacios más importantes de la localidad debido a su valor arquitectónico y cultural. Está hecho en mampostería rojiza y su estilo no tiene desperdicio: bóvedas góticas, crucería estrellada y su increíble capilla de Santo Cristo hacen de ella un lugar de lo más visitable.

Iglesia Parroquial de la Virgen de Nuestra Señora de la Asunción durante las fiestas patronales. Ayuntamiento de Bronchales

Si buscas un regreso al pasado rural estás también obligado a pasar por El Endrinal, una finca muy cerca de Bronchales que en su día sirvió como fábrica romana de Terra Sigillata cuyas piezas pueden verse en el Museo de Teruel y que contiene una gran cantidad de obras de cerámica en siglos anteriores.

Además, es muy recomendable visitar los Montes Universales o el Mirador de Sierra Alta de Bronchales, así como las fuentes del Canto o la de Ojuelo, y otras ermitas como la de San Roque, declarada patrimonio del municipio y edificada en honor a San Roque, el santo del pueblo; o la de la Jara.

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