Situada entre el Valle del Ebro y el Mediterráneo, enlazando Cataluña, Aragón y Valencia, la villa medieval de Morella ha sido un cruce de caminos vital durante siglos. Desde la Prehistoria, pasando por el Neolítico, la Edad del Bronce, los íberos, romanos, musulmanes, judíos y cristianos, todos han encontrado en Morella una fortaleza inexpugnable.

La belleza de su castillo y sus murallas ha llevado a este municipio de Castellón a ostentar el título de uno de los pueblos más bonitos de España. Además, han pasado por este castillo figuras de gran relevancia como Abderraman III, el Cid, Jaume I, el rey Fernando de Antequera, el Papa Luna, San Vicente Ferrer, el príncipe de Viana y el general Cabrera.

En la actualidad, la pequeña ciudad ha sido escenario de películas para directores de renombre como Julio Medem y se presenta como un interesante destino turístico para los amantes de la historia, la gastronomía y la arquitectura medieval.

Morella, protagonista en la historia de España

La ciudad, con su castillo y sus murallas, ha visto pasar por sus calles figuras históricas como Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como El Cid Campeador, quien libró dos batallas en esta comarca al servicio del rey musulmán de Zaragoza en el siglo XI. La conquista cristiana de Morella en octubre de 1231 y la entrada triunfal en enero de 1232 del rey Jaime I culminaron en el reconocimiento de Morella como un eje de la Corona de Aragón. Poco tiempo después, en 1270, la villa pasó a pertenecer al Reino de Valencia, ocupando un lugar de honor en las Cortes Valencianas.

Durante la época medieval, Morella prosperó con una sociedad rica en gremios de artesanos, incluyendo orfebres, plateros, escultores, tejedores y herreros, cuyos productos llegaban a lugares tan lejanos como Grecia, Italia y el norte de África. Además, en 1414 la ciudad albergó la reunión entre el papa Luna, Benedicto XIII, el rey Fernando I y fray Vicente Ferrer para intentar resolver el Cisma de Occidente, aunque sin éxito.

Durante la Guerra de Sucesión, Morella se mantuvo leal al bando Borbón, a pesar de dos ocupaciones austriacistas que resultaron en la destrucción del barrio de San Miguel. La población, reducida a 1.800 habitantes tras los bombardeos, demostró su resiliencia reconstruyendo la ciudad.

Por otra parte, la Primera Guerra Carlista fue uno de los episodios históricos decisivos de Morella, pues el general Ramón Cabrera, conocido como el Tigre del Maestrazgo, dirigió la resistencia desde la villa, proclamando a Carlos V de Borbón como rey. Tras varios años de conflicto, la ciudad se convirtió en la capital de la Comandancia General del Maestrazgo, abarcando Cataluña, Aragón y Valencia. Después de los conflictos, Ramón Cabrera se exilió en Londres, donde se arrepintió de tanta violencia y se dedicó a una vida más pacífica.

¿Qué ver en Morella?

Comienza tu visita en el Castillo de Morella, la imponente fortaleza construida sobre roca natural que data del siglo III antes de Cristo que ha sido testigo de las civilizaciones íberas, romanas, musulmanas y cristianas. Desde lo alto, tendrás vistas espectaculares del Maestrazgo y podrás explorar sus diversos torreones, cárceles y el Palacio del Gobernador​

Basílica Arciprestal de Santa María la Mayor de la ciudad medieval de Morella.

Después, baja hacia el Convento de San Francisco, una joya del gótico del siglo XIV que alberga la famosa pintura de la Danza de la Muerte. El convento es la puerta de entrada al castillo y su visita está incluida en la entrada del castillo​. A continuación, visita la Basílica Arciprestal de Santa María la Mayor, un magnífico ejemplo del gótico levantino con impresionantes detalles en su interior, como la escalera de caracol y el órgano de Francisco Torull.

También puedes pasear por el casco histórico de Morella, destacando especialmente la calle Blasco de Alagón y el barrio de la Judería. Aunque también merece la pena acercarse a la calle de la Virgen, donde una placa señala la casa donde cuenta la leyenda que San Vicente Ferrer obró un milagro en el siglo XV. Según la historia, una mujer afligida por no poder ofrecer carne al santo, decidió asesinar a su hijo y ponerlo al fuego. Al enterarse del terrible suceso, San Vicente recompuso entero al niño, a falta de un dedo "que se había comido la madre para probar el punto de sal".

Desde el centro se pueden admirar las Torres de San Miguel, que forman parte de las murallas del pueblo y permiten al turista subir para disfrutar de las preciosas vistas panorámicas. Tampoco te puedes perder el Acueducto de Santa Lucía, una impresionante obra de ingeniería del siglo XIV que abastecía de agua a la ciudad. Finalmente, visita las pinturas rupestres de Morella la Vella, a pocos kilómetros del centro, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Panorámica de las Torres de San Miguel y el Castillo de Morella, Castellón.

Elegida como escenario de una película de Julio Medem

Gran parte de la película Tierra de Julio Medem, estrenada en 1996, se rodó en este pintoresco pueblo medieval. El ambiente y la atmósfera única de Morella proporcionaron el escenario perfecto para las escenas de la película, ayudando a crear la sensación de aislamiento y surrealismo que caracteriza la obra de Medem.

La elección de Morella no fue casual, ya que el director buscaba un lugar que pudiera reflejar tanto la belleza natural como la complejidad emocional de sus personajes interpretados por Carmelo Gómez y Emma Suárez. Esta película tuvo un buen recibimiento por parte de la crítica y fue seleccionada para competir en el Festival de Cannes de 1996.

Su exquisita gastronomía, marcada por carnes de calidad

La gastronomía de Morella destaca por su cocina tradicional de montaña, transmitida de generación en generación, y el uso de ingredientes de alta calidad como carnes, embutidos, quesos, hierbas aromáticas, setas y trufa.

La base de la cocina morellana es la carne, con una amplia variedad que incluye ternera, cordero, cerdo, jabalí, gallina, codornices y perdiz, preparados de diversas formas: a la brasa, horneados, guisados o escabechados, que a menudo se combinan con especias, verduras, legumbres, almendras y hierbas aromáticas. Entre los platos más destacados se encuentran el cordero relleno trufado, la gallina y el conejo trufados, y especialidades como la perdiz con col rellena y el conejo con caracoles.

Asimismo, Morella es famosa por sus exquisitos embutidos como el jamón, las longanizas, las morcillas, los chorizos y el popular "Bolo de Morella". No obstante, la cecina es el embutido favorito de todos, reconocida por su aroma, color y sabor. Además, los quesos de oveja y cabra, así como las croquetas morellanas que tienen forma triangular, son otras delicias tradicionales que no pueden faltar en tu mesa.

Los caldos y potajes son esenciales en la cocina de Morella: platos como la olla masovera, la caldereta y la sopa morellana, elaborada con buñuelos o menudillos, reflejan la riqueza gastronómica de la región. Por último, en cuanto a la repostería, merece la pena probar los postres tradicionales morellanos como el flaó, una tarta de requesón, y la cuajada. Todo acompañado del calmant, una bebida tradicional, que es otra de las delicias locales que no te puedes perder.

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