En el imaginario tacón de la bota que representa la geografía italiana se encuentra Alberobello, uno de esos enclaves de lo más peculiar. Concretamente su ubicación es la apulense provincia de Bari. El municipio presenta una estética en la que destaca la acumulación de originales tejados en forma de cono que corresponden a los conocidos como trullos. Se trata de un tipo de casas, por así decirlo, a medio construir: a base de piedra seca, superpuesta y sin fijar con cemento.

Afirmar que el paisaje que conforman estos bellísimos trullos, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, tiene su origen en la evasión de impuestos podría parecer ficción, pero no lo es. Su historia se remonta al medievo, cuando a la zona llegaron algunos campesinos con el ánimo de cultivar la tierra. Sin embargo, asentarse en ella implicaba el pago de un alto impuesto al Reino de Nápoles, algo que consiguieron evitar gracias al propietario del feudo. Fue este, el Conde de Conversano, quien les sugirió este tipo de edificación que sería fácilmente “desmontable” en caso de inspección.

Los trullos cuentan además con un cierto halo de misticismo, pues están coronados por símbolos de diversos orígenes: paganos, religiosos, familiares… que,  al parecer, tenían por objeto ahuyentar malos espíritus y atraer la buena fortuna. En todo caso, pasear este pequeño rincón de Italia produce una mágica sensación, la de estar caminando a través de las páginas de un colorido cuento.

Aunque aún muchos de los trullos forman parte de la vida cotidiana y están habitados por gente del lugar, otros han sido reconvertidos en servicios orientados al turismo: tiendecitas de souvenirs, negocios de artesanía, restaurantes, etc.

La Iglesia de San Antonio

Esta acogedora iglesia ubicada en una pequeña colina fue restaurada en el año 2004 y tiene también  forma de trullo. 

El Trullo Soberano

Alberobello

Rione Monti

Una zona con el especial encanto de sus estrechas callejuelas entre las que encontraremos artesanía del lugar y souvenirs.

Museos

Entre las citas obligadas están los museos gastronómicos, el Museo del Vino y el del Aceite de Oliva. También muy recomendable el Museo de las Artesanías.

Gastronomía

Ya con unos básicos conocimientos sobre la gastronomía de Alberobello queda lo principal, saborear la comida casera, el aceite, el vino y los exquisitos dulces en alguno de los restaurantes-trullo que hacen las delicias de los viajeros que se acercan a este lugar. Nuestra recomendación especial es para dos de ellos: Il Poeta Contadino y Trullo D’Oro.

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