Dicen que el desayuno es la comida más importante del día. Pero es que, además, hay expertos como Dan Buettner que sostienen que en esta primera comida de la jornada está el secreto para vivir más de 100 años.
Un secreto que se basa en elegir ciertos alimentos y descartar otros en el desayuno. En concreto, un punto importante es hacer desayunos que aporten la energía necesaria para todo el día.
Sin embargo, muchas veces se opta por la opción más sencilla: café con leche acompañado de pan con mantequilla y merlemelada, o bien cereales azucarados o bollería industrial, lo cual no es muy conveniente.
Además, estos alimentos provocan picos de glucosa y una sensación de hambre a media mañana. Además, la falta de tiempo hace que el desayuno se prepare de forma rápida y sin mucha reflexión. Como recuerda el experto, no es obligatorio desayunar, pero si se hace, conviene hacerlo bien.
Lo que revela el estudio de las zonas más longevas y sus desayunos
Dan Buettner, periodista e investigador especializado en longevidad, ha dedicado dos décadas a analizar los hábitos de vida en las llamadas “zonas azules”: Cerdeña (Italia), Okinawa (Japón), Icaria (Grecia), Loma Linda (California) y la península de Nicoya (Costa Rica). En estos lugares, la esperanza de vida supera la media mundial y hay una alta concentración de personas centenarias.
Su conclusión es clara: nuestros desayunos pueden mejorar mucho. “Cuando pensamos en desayuno, por ejemplo en EE.UU., lo hacemos habitualmente en huevos con bacon, que contiene muchas grasas saturadas, o en cereales, que tienen mucha azúcar”, explica Buettner.
Cómo desayunan quienes llegan a los 100 años
En las zonas azules, el desayuno tiene otro enfoque. “En las zonas azules, donde sus habitantes llegan a cumplir los 100 años, el desayuno es salado, sencillo y rico en fibra. En algunos lugares son legumbres y arroz, en otros es una tostada de aguacate o una sopa minestrone”, comenta el investigador.
Buettner añade: “Comienzan el día con un desayuno rico en fibra y basado en alimentos de origen vegetal que te llenan el estómago y te dan energía hasta la comida. Evita los cereales azucarados y el bacon grasiento. Empieza el día con plantas, no con alimentos procesados, y aliméntate como lo hacen los centenarios”.
Qué alimentos eligen y por qué funcionan
El patrón común en estos desayunos es su origen vegetal. Se priorizan alimentos como tubérculos (por ejemplo, boniato), cereales integrales (arroz o avena), legumbres, verduras, semillas, fruta fresca o pan integral. Todos ellos aportan carbohidratos complejos de bajo índice glucémico, fibra, proteínas y micronutrientes esenciales.
Según Buettner, este tipo de desayuno ayuda a mantener el peso estable y contribuye a prevenir enfermedades cardiometabólicas, gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Comer como los centenarios
El mensaje del investigador es sencillo: reducir el consumo de productos ultraprocesados y dar prioridad a los alimentos naturales. El primer paso puede estar en el desayuno. Cambiar el bol de cereales azucarados por una tostada integral con aguacate o un plato de avena puede marcar la diferencia.
Las personas que viven más de 100 años no siguen dietas de moda ni rutinas complicadas. Simplemente desayunan con alimentos de verdad.
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