Por primera vez la lista de los Soletes de Guía Repsol incluye a 26 obradores monacales, reconocidos por los sabores tradicionales de sus dulces, con recetas que han sobrevivido a lo largo de los siglos. La Navidad en España tiene muchos sabores, pero pocos conservan tanta memoria como los que nacen detrás de los muros de un convento. Se trata de una selección histórica que pone en el centro recetas heredadas durante siglos, técnicas artesanales y un patrimonio gastronómico que en diciembre alcanza su momento de mayor esplendor. En palabras de Guía Repsol, se premian “las recetas centenarias heredadas de sus hermanas y su desempeño artesanal” en unas cocinas que, en muchos casos, custodían la tradición de una provincia entera.
Lo conventual está de moda, pero lo que ocurre en estos obradores va más allá de la tendencia: es la permanencia viva de un oficio que se transmite por manos, por voces y por gestos, y que en estas fechas funciona a un ritmo frenético para abastecer pedidos, mostradores del torno y encargos que viajan por correo a todo el país.
Este son algunos de los obradores premiados, pertenecientes a doce congregaciones religiosas, que ya lucen su Solete Guía Repsol
Granada
Comendadoras de Santiago (Granada)
Dulces destacados: roscos de vino, anguilas de mazapán, más de 30 especialidades.
En el Real Monasterio de la Madre de Dios de Santiago, el obrador vive su absoluta temporada alta. Las monjas trabajan en cadena para dar forma a más de 30 dulces diferentes, desde los roscos de vino hasta las anguilas de mazapán pintadas a mano, un trabajo delicadísimo que realizan una a una. Todo se puede adquirir en torno o recibir por correo postal. Este monasterio —el primero de religiosas fundado en Granada, bajo los Reyes Católicos— combina el obrador con una hospedería de más de cuarenta camas.
Carmelitas Calzadas (Convento de San José, Granada)
Dulces destacados: mantecados, polvorones y elaboraciones tradicionales.
Aunque llevan menos tiempo vendiendo sus dulces al exterior, su obrador mantiene el rigor de siglos de tradición. Sor María Dolores explica que se organizan en turnos entre cocina y obrador para sacar adelante bandejas de mantecados y polvorones recién hechos, elaborados a mano y en hornadas constantes. También preparan platos asiáticos para llevar, un contraste curioso que demuestra su capacidad de adaptación sin perder la esencia dulce del convento.
Andalucía
Monasterio de Jesús María del Socorro (Archidona, Málaga)
Dulces destacados: borrachuelos, quesitos de almendra.
Las mínimas de este convento son conocidas por sus borrachuelos —pastas fritas rellenas, aromáticas y melosas— y por sus quesitos de almendra, que venden incluso por internet. Su obrador mantiene un catálogo fijo que se agota cada temporada navideña.
Carmelitas Calzadas de Antequera (Málaga)
Dulces destacados: alfajores y surtido de dulces conventuales.
Quien acude a comprar una caja de alfajores —una de sus elaboraciones más populares— puede además visitar su museo conventual, ejemplo del peso cultural y gastronómico de estas comunidades. El obrador trabaja con fórmulas tradicionales que se han conservado intactas.
Monasterio de Santa Paula (Sevilla)
Dulces destacados: cremas frutales, gelatinas, mermeladas.
Las jerónimas que lidera Sor Tiyama Irimpan se especializan en elaboraciones frutales, como sus famosas cremas, gelatinas y mermeladas. Son dulces reconocidos por su técnica depurada y por un sabor que remite a la despensa histórica del monasterio sevillano.
Santa Clara de la Columna (Belalcázar, Córdoba)
Dulces destacados: cocadas, empiñonadas, nevaditos.
Este convento mantiene un repertorio de pequeños dulces tradicionales, como sus cocadas y empiñonadas, de una textura delicada, y los nevaditos, que elaboran con una receta que conservan las hermanas mayores del cenobio.
Monasterio de San Cristóbal y Santa Rita (Medina-Sidonia, Cádiz)
Dulces destacados: dulces medievales.
Aquí, la mayoría de religiosas es africana. Explican que cuando llegaron no conocían estas recetas, pero las aprendieron de las hermanas más veteranas. Elaboran dulces medievales, un repertorio único que mantiene vivas técnicas y fórmulas que de otro modo desaparecerían. Es también uno de los ejemplos de mayor transmisión intergeneracional de este listado.
Castilla y León
Dominicas del Convento de Jesús María (Toledo)
Dulces destacados: mazapán artesanal.
Toledo es territorio mazapán, y este convento forma parte del corazón de esa tradición. Aquí se continúa elaborando uno de los dulces más antiguos y simbólicos de la Navidad, con una receta trabajada a mano y tiempos de reposo que respetan la tradición.
Cistercienses del Convento de San Clemente (Toledo)
Dulces destacados: mazapán tradicional.
Según la tradición, el mazapán nació aquí en el siglo XIII, y la receta se ha mantenido durante casi 800 años. El obrador conserva técnicas antiguas y una producción centrada en respetar los tiempos y texturas originales de este icono navideño.
Monasterio de la Santa Cruz (Sahagún, León)
Dulces destacados: surtido tradicional leonés.
A pesar de ser un convento de clausura, sus religiosas son conocidas por su actividad en redes y han llegado a publicar vídeos explicando aspectos de la vida monástica. Elaboran un repertorio de pastas tradicionales, muy apreciadas en la provincia, que se convierten en regalo recurrente en estas fechas.
Convento de las Concepcionistas (León, capital)
Dulces destacados: más de 25 pastas típicas de León.
Aquí se elaboran más de 25 variedades de pastas, todas con sello leonés, que se preparan de forma completamente artesanal en una cocina que mantiene estructuras tradicionales. Es uno de los obradores más prolíficos de Castilla y León.
Convento de Santa María la Real de las Dueñas (Zamora)
Dulces destacados: rosquillas del Ángel.
Famosas por sus rosquillas del Ángel, elaboradas con azúcar, almendra y ralladura de limón, son una receta célebre que forma parte indisociable de la Navidad zamorana.
Castilla-La Mancha
Clarisas del Monasterio de Jesús Nazareno (Sisante, Cuenca)
Dulces destacados: surtido conventual.
Este convento se encuentra entre los más reconocidos por su artesanía, con elaboraciones de tradición clarisa que mantienen técnicas antiguas y un catálogo que se intensifica en Navidad.
Extremadura
Clarisas del Convento de Santa Clara (Llerena, Badajoz)
Dulces destacados: corazones de almendra.
Uno de los grandes iconos dulces de esta edición: los corazones de almendra, elaborados con mimo y reconocibles por su textura ligera y su sabor intenso. Son una de las especialidades más queridas de la comarca y aparecen en muchas mesas navideñas de la zona.
Convento de San Pablo (Cáceres)
Dulces destacados: especialidades tradicionales.
Forma, junto con las concepcionistas de Garrovillas, uno de los núcleos de gran producción artesanal en Extremadura. Su obrador mantiene una oferta variada de dulces que se concentran especialmente en diciembre.
Convento de Nuestra Señora de la Salud (Garrovillas de Alconétar)
Dulces destacados: repertorio de dulces típicos extremeños.
Otro ejemplo de obrador vivo donde se preparan dulces de tradición centenaria, especialmente apreciados en Navidad y que se han convertido en reclamo para visitantes y vecinos.
Cataluña y Comunidad Valenciana
Clarisas de Santa María de Jerusalén (Barcelona)
Dulces destacados: piruletas de azúcar, rocas de almendra y pistacho, alegrías.
En este convento el aire se llena de aromas dulces durante todo diciembre. Elaboran piruletas artesanas, rocas de almendra y pistacho y un dulce llamado “alegrías”, un bombón de chocolate que se ha convertido en uno de los favoritos de quienes conocen este obrador.
Murcia
Concepcionistas del Convento de San Antonio
Dulces destacados: panettone artesano premiado.
Este convento se ha atrevido con el panettone, y con acierto: recibieron el premio Panadería Artesana de España en 2021 por esta elaboración, que cada temporada se agota en pocos días. También elaboran roscones y dulces tradicionales murcianos.
País Vasco y Cantabria
Monasterio de Nuestra Señora del Pilar (Bilbao)
Dulces destacados: variedad de bizcochos por encargo.
Un obrador sorprendente por la amplitud de su repertorio: preparan bizcochos por encargo en distintas versiones, especialmente demandados en Navidad para regalar o compartir en familia.
Repostería Fina Santa Clara (Villaverde Pontones, Cantabria)
Dulces destacados: roscones de Reyes.
Elaboran un roscón de Reyes de enorme popularidad local, preparado de forma totalmente artesana y con masa trabajada a mano. Es uno de los Soletes más esperados en estas fechas.
Islas Baleares y Canarias
Convento de Santa Magdalena (Palma de Mallorca)
Dulces destacados: cocas de Nadal.
Sus cocas de Nadal son uno de los dulces estacionales más representativos de Mallorca y uno de los productos más ligados al calendario litúrgico navideño.
Monasterio Cisterciense de Teror (Gran Canaria)
Dulces destacados: truchas de batata.
Un clásico absoluto de la Navidad canaria: las truchas de batata, empanadillas dulces rellenas, que las monjas preparan siguiendo recetas locales. Son tan apreciadas que forman parte indiscutible de la gastronomía festiva de la isla.
Estos locales reconocidos con un Solete, así como los establecimientos con Soles Repsol, están a disposición de todos en la app y la web de Guía Repsol. En el caso de la app, los Soletes brillan especialmente gracias a la posibilidad de geolocalizarlos, guardarlos en favoritos o trazar rutas de viaje en los que visitarlos. Si quieres consultar la lista completa de los Soletes de Navidad, pincha aquí.