No hay duda de que durante muchos años el bidet ha sido un elemento que nunca podía faltar en las viviendas españolas. Sin embargo, cada vez se usa menos y muchos optan por, sencillamente, quitarlos de los baños.

Sin embargo, los nuevos estilos de vida y las limitaciones de espacio han cambiado las reglas. Hoy, los baños modernos buscan practicidad y líneas más limpias, y el bidet ya no encaja en esa estética.

En los últimos años, muchos arquitectos y diseñadores han dejado de incluirlo en sus proyectos. Consideran que ocupa demasiado espacio y resulta poco funcional para los hogares actuales, donde la tendencia apunta hacia ambientes más minimalistas y multifuncionales.

La alternativa a usar el bidet

La alternativa que conquista el baño

El sustituto natural del bidet es la ducha higiénica o ducha lateral, un pequeño rociador colocado junto al inodoro que cumple la misma función, pero sin ocupar espacio adicional. Este sistema, común en países como Japón, Francia o Reino Unido, se está imponiendo en España como una solución más práctica y moderna.

Su instalación es sencilla y no requiere obras, lo que facilita incorporarlo tanto en reformas como en baños ya terminados. Además, se integra fácilmente en cualquier estilo decorativo gracias a su diseño discreto.

Otro de sus atractivos es la comodidad: puede usarse sin necesidad de levantarse ni desplazarse, algo especialmente útil para personas mayores o con movilidad reducida.

El bidet ya no está de moda

Sostenibilidad y funcionalidad en un solo gesto

La ducha higiénica también representa una opción más sostenible. Permite reducir el consumo de agua y la dependencia del papel higiénico, lo que se traduce en un menor impacto ambiental. Este aspecto ha impulsado su popularidad entre quienes buscan baños más eficientes y respetuosos con el entorno.

Eliminar el bidet ofrece otra ventaja clara: libera metros valiosos en el baño. Ese espacio puede aprovecharse para instalar muebles de almacenaje, una lavadora o simplemente para crear una sensación de amplitud.

Los expertos en interiorismo coinciden en que este cambio no solo responde a una cuestión de diseño, sino a una evolución cultural. El baño ha pasado de ser una zona puramente funcional a convertirse en un espacio cómodo, estético y adaptado a las nuevas rutinas del hogar.

El uso de esta ducha permite ahorrar en papel higiénico

La ducha higiénica, un baño pensado para el presente

El abandono del bidet marca una nueva etapa en la forma de concebir los espacios domésticos. Las duchas higiénicas representan una solución práctica, elegante y alineada con las necesidades actuales, que combina confort, diseño y sostenibilidad.

En 2025, el baño moderno ya no busca repetir fórmulas tradicionales: apuesta por la innovación y la eficiencia sin renunciar a la higiene ni al estilo.

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