La subida de precios, las colas y las prisas de última hora son algunos de los problemas que surgen cuando vamos a comprar el pescado y el marisco para los festejos de Navidad con pocos días de antelación. Pero está la opción de los congelados, es decir, comprar ahora productos congelados o adquirirlos frescos y congelarlos por nuestra cuenta.

Pero, ¿tendrán el mismo sabor que si fuesen productos frescos? ¿Con cuánta antelación puedo comprarlos para congelarlos? Estas son las principales dudas que surgen con respecto a la congelación de estos preciados alimentos de las comidas navideñas y las vamos a resolver.

La respuesta es : no se diferenciarán en cuanto a sabor y se pueden comprar unos meses antes. No obstante, hay que saber cómo hacerlo para que el truco salga como deseamos. A esto hay que añadir que cada tipo de marisco o pescado requiere de unos cuidados distintos:

  1. Mariscos como nécoras, centollo, buey y otros cangrejos se deben congelar cocidos. El proceso para congelarlo es mojar un paño en el agua de cocción (agua con sal)  y escurrirlo para quitar el exceso de agua. A continuación se envuelven las piezas en el paño y se coloca por encima un film transparente bien ajustado. Por último, se cubre con papel de periódico, se mete en una bolsa de congelación y al congelador.
  2. Los bivalbos, almejas, berberechos y navajas, se deben congelar crudos. Se envuelven en un film muy bien apretado o se envasan al vacío y después al congelador.
  3. Los Camarones han de congelarse cocidos. Hecho esto, se envuelven en film o se envasan al vacío y se introducen en el congelador.
  4. El Bogavante se puede congelar tanto cocido como crudo. Si optamos por hacerlo crudo, la mejor opción es envolverlo en film o envasarlo al vacío, y si lo hacemos cocido, se debe hacer de la misma forma que las nécoras y demás cangrejos. 

Los pescados y mariscos no deben estar más de tres meses congelados para que estén en óptimas condiciones.

Cabe recordar que, independientemente de lo que congelemos, no se debe colocar el producto que vamos a congelar encima de otro ya congelado. Si hacemos esto, el recién introducido transmitirá calor al congelado, causando en este último daños que afectarán a su calidad y sabor. Podría llegar, incluso, a estropearse.