Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Cáceres es una ciudad para viajar en el tiempo, con sus calles empedradas en el casco antiguo, su cultura, su historia y su gastronomía. Ideal para una escapada de fin de semana, esta ciudad extremeña ofrece un paseo entre murallas, palacios y callejuelas que parecen más de un decorado de cine que de la realidad. Y es que esto la ha llevado a ser escenario de rodaje de importantes piezas audiovisuales, como Juego de Tronos o La Catedral del Mar.
En un paseo por Cáceres entre sus rincones medievales se pueden visitar joyas como la plaza Mayor, la concatedral de Santa María, la Torre de Bujaco o el aljibe árabe, uno de los mejor conservados de Europa. Pero más allá de su poder medieval, esta ciudad cuenta con un impresionante arte contemporáneo, más propio de nuestros días, como el prestigioso Museo Helga de Alvaer. Además, la naturaleza es otro de sus potenciales, destacando rutas a pie o en bicicleta por los alrededores. Un claro ejemplo es el paseo hasta el Santuario de la Virgen de la Montaña, desde donde se puede disfrutar de las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
La cultura, la historia y el disfrute en Cáceres no solamente se puede encontrar en su patrimonio, sino también en sus restaurantes, donde disfrutar de la sabrosa gastronómica local, o en sus alojamientos, muchos de ellos con una historia y un pasado que contar. Es el caso de una icónica casa del centro histórico, donde se alberga Casa Pizarro Hotel. Levantado sobre una antigua casa señorial del siglo XVIII, en su día fue un activo enclave del comercio de lanas, y hoy, tras una meticulosa rehabilitación, este edificio ha renacido como un hotel boutique de cuatro estrellas donde se puede respirar la autenticidad, elegancia y sensibilidad por el patrimonio en sus 21 habitaciones.
En su restauración se han respetado elementos originales como los altos techos, los muros de piedra y la escalera de piedra, incorporando materiales nobles como barro natural y carpintería tradicional. Para respetar su pasado, el mobiliario también se ha escogido con gran detalle, destacando piezas heredadas y diseños artesanales contemporáneos.
Desde él, se pueden disfrutar de vistas privilegiadas del casco antiguo, así como del Santuario de la Virgen de la Montaña, dependiendo de la categoría y la planta. Combinando tonos cálidos y luz natural, este espacio invita a la relajación y al disfrute del confort con el alma de una casa antigua.
Agenda cultural vibrante
Los amantes del arte contemporáneo también tienen en Cáceres un destino imprescindible. Este mes de septiembre, el museo Helga de Alvear celebrará el primer gran homenaje a la galerista que le da nombre, con la apertura de nuevas salas, conciertos únicos y visitas comentadas gratuitas. Durante los días 20 y 21 de septiembre, la ciudad vivirá un auténtico festival cultural en memoria de una de las mujeres que transformó la escena artística española. Obras de figuras como Gerhard Richter, Ángela de la Cruz o Agnes Martin estarán al alcance de todos, en un evento que promete ser inolvidable.
Además, el otoño en Cáceres suena a gaitas, a blues y a guitarras eléctricas. La ciudad acoge algunos de los festivales más destacados. Desde el Irish Fleadh (19–21 septiembre), con su atmósfera celta que convierte el casco histórico en un auténtico escenario medieval, hasta el Cáceres Blues Festival (2–5 octubre), con conciertos gratuitos bajo las estrellas.
A ellos se suma la fuerza del Extremúsika (10–12 octubre), con su mezcla de rock, rap y flamenco, y la irreverencia del Horteralia (24–25 octubre), el festival más divertido y colorido del país.
Cáceres, un sinfín de planes
Con un casco histórico perfectamente transitable, donde perderse por sus callejuelas es una de las mejores actividades, Cáceres ofrece otras experiencias. En la Cantera de Alcántara, a aproximadamente una hora, se puede disfrutar de un entorno único, practicar pesca o, incluso, darse un refrescante baño.
A una hora aproximadamente también de Cáceres se encuentra el impresionante Valle del Jerte, famoso por sus cerezos en flor en primavera pero que fuera de esta época sigue otorgando unas impresionantes vistas. Senderismo por las gargantas y piscinas naturales son algunas de las opciones que ofrece este gran entorno natural cacereño.
A menos distancia se encuentra el Parque Nacional de Monfragüe, un gran terreno surcado por el cauce de dos ríos, el Tajo y el Tiétar, y hogar de numerosos animales, entre los que destacan aves como el águila imperial, el buitre leonado o el buitre negro.
Si lo que queremos es ver más patrimonio e historia, se pueden visitar localidades como Trujillo, Plasencia, Guadalupe o la comarca de la Vera.
Y para quienes buscan calma absoluta, los caminos de la Vía de la Plata invitan a recorrer la historia a paso lento, respirando aire puro y disfrutando de la magia del otoño extremeño