Aquellas fotos recordaban unas secuencias similares. No olvidemos que José María Aznar fue también entrevistado en primer lugar por Ramírez, cuando el líder del PP consiguió ser investido presidente. Este episodio tuvo, en todo caso, un evidente sabor a profundo agradecimiento. Sin el denominado sindicato del crimen, capitaneado por el director del citado rotativo, nunca Aznar hubiera llegado a la Presidencia del Gobierno. Ganó Aznar a Felipe González en las urnas, aunque literalmente por los pelos. Los nacionalistas de CiU, con Pujol padre todavía en el machito, le hicieron un favor a la derechona españolista, la que cantaba en Génova 13, "¡Pujol, enano, habla castellano!" Cosas veredes.

Primera visita, a la COPE
Vimos o escuchamos asimismo a Zapatero acudiendo a la COPE de Federico Jiménez Losantos y del cardenal Rouco Varela, entre otros personajes infumables. La primera emisora visitada por el presidente Zapatero fue la cadena episcopal, instalada de facto en la extrema derecha. O sea, que lo de Zapatero en el ámbito mediático tiene su aquel repugnante. Mientras Pedro Jota condenaba drásticamente desde su periódico, y desde las tertulias de la COPE, el proceso de paz para acabar con ETA impulsado por el propio Zapatero y también por el ministro Rubalcaba, ambos hablaban cada dos por tres, vía telefónica.

La porra de 2008
Jugaban a ver quién ganaba la porra de las elecciones de 2008 como si fueran dos amiguetes. Entonces hacía ya tiempo que Pedro Jota andaba dándole vueltas a la autoría de la masacre del 11-M. Difundió barbaridades, puso el Estado de Derecho contra la pared de la infamia y siguió con la misma cantinela catastrofista que objetivamente favorecía a su también amigo del padel y de otras muchas cosas, Aznar López. Las calles estaban tomadas por los populares que se manifestaban sin freno engañando a las víctimas del terrorismo y cargando contra Zapatero y el PSOE. Pero ellos dos continuaron siendo amigos y confidentes.

Gonzalo Anes
El 26 de septiembre del pasado año Pedro Jota presentó su reaccionaria versión de la Revolución Francesa en un libro de historia titulado El primer naufragio. Estaban la plana mayor del PP, con Rajoy en cabeza. La derecha en general ya se veía gobernando de nuevo. Se personó también el presidente de la Real Academia de la Historia, Gonzalo Anes Álvarez de Castrillo. En efecto, estaba Anes, el mismo que sostiene que Franco no fue un dictador. En fin, que en tan fascinante acto de reverencia a Pedro Jota, aterrizaron José Bono y Zapatero. Todo un triángulo. Hoy escribe Zapatero en El Mundo. Sabemos que Prisa y Zapatero y su entorno se repelen mutuamente. Pero que se vaya ZP con Ramírez es vomitivo para miles y miles de ciudadanos demócratas. En España cada día hay menos medios progresistas. Otros aguantamos como podemos. Zapatero o no se entera o prefiere hacerle cucamonas al Gran Ramírez.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM