Las grandes empresas son conscientes de que estamos en crisis, que se estrechan las calles, que las aceras se aproximan a las aceras y es más difícil caminar. Rozamos las caderas con las paredes escuálidas de lo que eran grandes avenidas. Todos somos economistas y tenemos claro que el culpable único de este malestar económico y social es el gobierno y concretamente Zapatero. Y mientras se deprecia la figura de nuestros gobernantes, esas grandes empresas nos escupen a la cara los beneficios obtenidos a base de subir sus servicios a todos los ciudadanos. Y uno se pregunta ¿Qué aportan los especuladores –que no empresarios- para mejorar la crisis? ¿Qué parte de sus beneficios va destinada a empujar la economía que haga más llevadera la falta de trabajo, los contratos miseria, los bajos sueldos ofrecidos y que el trabajador tiene que aceptar bajo el chantaje de lo que no quiera lo querrán otros muchos parados?

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