Franco ya está en capilla. El jueves el Congreso aprobó la exhumación de El Caudillo. Con la abstención del PP y Ciudadanos, claro, los nuestros, que alegaron que no era un caso de urgente necesidad, y que el Generalísimo podía tirarse otros cuarenta años más durmiendo la mona en el Valle de los Caídos. Tamaña felonía se ha llevado a cabo a pesar de la oposición de los españoles de bien, que somos muchos en el grupo de Facebook pero algo flojos a la hora de la verdad:

El Caudillo está a punto de ser desahuciado, él, un ser ejemplar que jamás plagió una tesis doctoral porque jamás pisó la universidad. Por mucho que intentó entrar en la Ciudad Universitaria, los rojos no le dejaron, y cuando pudo, ya era mayor y estaba ocupado fusilando. Era otro como Millán Astray, que el único día que pisó una fue para amenazar al rector Unamuno y decir ¡Muera la Inteligencia! Los fascistas somos así, hay que querernos. Hoy la universidad también tiene sus problemillas, especialmente la que lleva el nombre del sucesor de Franco, la Rey Juan Carlos I, que tiene un poco de lodo, pero ya se está solucionando:

Espero que se pasen después por el Manzanares, porque ¡ha aparecido un cachalote!

Vale, no alarmarse, era una escultura, una campaña de concienciación para denunciar el cambio climático. ¿A que os lo habíais creído? Si es que está todo manga por hombro. Ahora le da un ataque al corazón a tu marido y tú te pones a bailar la Macarena:

Por no hablar del alcalde de Vigo, que ha sido poseído por el espíritu de la Navidad ya en verano, ¡y de qué manera!:

Nada que no le haya pasado antes a Ada Colau, que se apunta a todas:

Ya sabéis que el otro día la ministra de Sanidad tuvo que dimitir porque había plagiado su tesis, y que Pedro Sánchez se ha obligado a hacer pública la suya: y

En el PP no tenemos estos problemas:

¡Pues yo aquí sí que veo plagio!:

Si es que así pasa lo que pasa, que la gente dice que tiene estudios y que está preparada pero luego no sabe realizar su trabajo:

Me voy, que, como diría Alfonso Guerra, está España que no la reconoce ni la madre que la parió: