Moreno Bonilla no quería cerca a Elías Bendodo y lo mandó a Madrid. No se fiaba de él y le vendió como un ascenso irse de “leñero” de Feijóo para hacer política nacional. Pero el hoy vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local y Análisis Electoral del PP ha terminado perdiéndose en Génova y tampoco ha encontrado su lugar en los pasillos del Congreso y del Senado. Sus patinazos y el querer estar en todas las salsas, lo han terminado debilitando ante el expresidente gallego.

El último patinazo de Bendodo ha sido asegurar, en una comparecencia en el Senado con cargos locales de su partido, que “es muy posible” que haya Presupuestos Generales del Estado, algo de lo que Feijóo no quiere ni oír hablar. Con sus palabras, tira absolutamente por tierra la estrategia al expresidente gallego. Pero lo peor del caso, es que una vez más se demuestra que el PP engaña a los ciudadanos, dicen una cosa por delante y dicen otra por detrás.

¿Cuál era la estrategia de Feijóo? Su estrategia pasaba porque no se aprobasen este año Presupuestos, solo así y tras prorrogarse durante dos años consecutivos, no quedaría otra que convocar elecciones el próximo año. De esta forma, conseguiría aguantar y evitar que Ayuso lo mandase a su casa; aunque la presión de la presidenta madrileña cada día se le hace más dura e insoportable al expresidente gallego.

Y para que no haya presupuestos, ¿qué se la ha ocurrido a Feijóo? Se le ha ocurrido presentar una querella de pacotilla contra el PSOE. Sabe que no se sostiene, porque está basada en “testimonios anónimos” publicados en un medio de “dudosa solvencia”. De hecho, incluso amplios sectores del PP dudan de que la querella tenga recorrido, llegando a afirmar que: “No es la vía más adecuada” y que “como no avance se nos puede volver en contra”.

Feijóo sabe perfectamente que con esa querella no va a ningún lado, entonces ¿para qué la ha presentado? Lo ha hecho por dos razones, la primera, por si le suena la flauta. Pero la verdadera razón, es tratar de enfangar el ambiente y así abrir una puerta a la desconfianza de los partidos que hasta ahora han apoyado al Gobierno, para que no voten Presupuestos y éstos no salgan adelante.

Pero, si no se aprueban presupuestos, Feijóo daña a España y a los españoles y españolas. No tener cuentas públicas supone un duro varapalo para nuestra economía y para nuestro empleo. Además, no se podrían mejorar ni pensiones ni sanidad ni educación ni becas ni dependencia ni infraestructuras ni acceso a la vivienda. Esta es la realidad. Pero ¿quién ha dicho que a Feijóo le importe algo todo esto? A él sólo le importa su persona y poder conseguir el poder.

Pero ¿tan grave es lo que ha dicho Bendodo? Bendodo maneja muy buena información. Siempre ha presumido de ello. Por eso que en una reunión a puerta cerrada con compañeros de su partido y en el Senado, institución que controla el PP con puño de hierro, diga lo que ha dicho, que “es muy posible” que Sánchez saque los Presupuestos de 2025, destroza totalmente la hoja de ruta establecida por Feijóo.

Otro día podríamos entrar a analizar, si se ha tratado de fuego amigo, puesto que, una reunión totalmente interna del PP, donde Bendodo se dirigía a portavoces de diputaciones, cabildos y consell, en la sala Clara Campoamor del Senado, se emita en abierto, es cuanto menos bastante sospechoso, por decirlo de forma suave.

¿Un error de este tipo en la Cámara Alta, donde el PP tiene mayoría absoluta y preside la Mesa? Cuesta creerlo. Tiene más pinta de que alguien de los suyos no debe quererlo mucho y le han hecho una gran trastada, que lo ha puesto a los pies de los caballos a él y de paso a Feijóo.

Pero analicemos las palabras de Bendodo. ¿Qué supondría que hubiese presupuestos para 2025? Supondría que habría cuentas públicas para el próximo año, y que, aunque no se aprobasen ya los de 2026, se podrían prorrogar y llegar así a 2027, año en el que tocaría convocar de nuevo elecciones generales. O dicho de otra manera, Pedro Sánchez agotaría la legislatura.

Este es el motivo de la “gravedad” de las palabras de Bendodo para Feijóo. Ha abierto la puerta a que nuestro país tenga presupuestos. Y con ello, por una parte, refuerza la imagen del Gobierno y su capacidad, para a pesar de las dificultades ser capaz de dialogar, acordar y sacar adelante las cuentas públicas. Pero al mismo tiempo y, sobre todo, favorece el apoyo y el voto positivo a las cuentas públicas del conjunto de partidos que lo apoyan, que son todos, salvo Vox y PP.

Como le ha dicho la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la sesión de control del miércoles en el Congreso, Bendodo solo dice la verdad detrás de las cámaras, por eso sus afirmaciones tienen total credibilidad. Sus palabras desmienten todo lo que el PP niega en público. Sí habrá presupuestos. Esto sería muy bueno para España y para los españoles y españolas. Aunque una vez más, lo que es bueno para nuestro país, no sea bueno para Feijóo.

Feijóo, entre el esperpento de la pasada semana del portavoz parlamentario del PP, Tellado, en el Congreso y el ataque de sinceridad de Bendodo en el Senado, cada vez tiene peor cara y su mirada está cada vez más perdida en el infinito. Feijóo ha demostrado no ser el mejor candidato del PP, pero, sobre todo ha demostrado que es un pésimo jefe de personal, al rodearse del peor equipo.

Quedan mil días de legislatura y a Feijóo se le van a hacer muy largos, aunque no sabemos si aguantará tanto. Lo que cada vez está más claro, es que no será más candidato del PP en elecciones generales. Ayuso no se lo permitirá y terminará como Casado, haciendo las maletas y volviendo a Galicia.