No tengo mucha idea de futbol, pero estoy atento a todos los partidos importantes en TV. Lógicamente, no me he perdido ninguno de los encuentros entre el Madrid y el Barcelona. Y he prestado atención a las declaraciones de los responsables de ambos equipos.

Tengo algunos conocimientos de política y, naturalmente, leo al detalle las intervenciones de todos los líderes políticos especialmente de los del PP y los del PSOE.

Es impresionante cómo está complicando las cosas a Mariano Rajoy el expresidente Aznar y llama la atención cómo intenta ningunear a Florentino Pérez el entrenador Mourinho.

Mourinho es un empleado del Real Madrid, entrenador notable, pero ni dueño ni principal responsable global de un club centenario.

Aznar es un empleado del PP, presidente de una de sus Fundaciones, pero ni ha sido elegido para dirigir el PP ni es responsable de nada en un partido que lleva años siendo clave en muchos sectores de España.

Mourinho y Aznar son dos resentidos.

Mourinho, no soporta no ser Florentino Pérez. Aznar, lleva muy mal no ser Mariano Rajoy.

Pero resulta que ni Mourinho es Pérez ni Aznar es Rajoy. Y a los dos les sale por la boca su frustración.

¿A quién pretende Aznar llevar por el camino correcto de la radicalidad en la que cree? A Rajoy. ¿A quién quiere convertir en un hooligan deportivo, Mourinho? A Florentino.

Tanto Aznar como Mourinho saben que son inferiores a sus adversarios y han decidido usar la provocación como medio de defensa de un fracaso.

Convendría que los entusiastas del Real Madrid y los votantes del PP no se dejasen engañar por estos dos exagerados. Ni Mourinho ni Aznar nos deben enseñar nada a los amantes del deporte o de la política.

Mourinho y Aznar son dos (brillantes) fracasados.

Luis Solanas es militante socialista y promotor de Nuevas Tecnologías
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