El régimen fiscal vigente en una sociedad constituye el factor más decisivo a la hora de establecer su nivel de justicia social y su capacidad para generar desarrollo y progreso. El grado de cumplimiento de los principios de suficiencia y progresividad determina en buena medida la prosperidad y el bienestar colectivo. En sentido contrario, la insuficiencia en la recaudación, la injusticia en el reparto de las cargas y el fraude fiscal apuntan a la ineficiencia económica y la desigualdad social. Por eso resulta tan importante la reforma fiscal emprendida por el PP.

Rajoy y Montoro impulsan una reforma tramposa en la fiscalidad española. Porque es falso que esta reforma cumpla con el compromiso de bajar los impuestos en España. Porque es mentira que beneficie a los que menos ganan y los que menos tienen. Porque no es cierto que permita cumplir con los objetivos de ajuste fiscal sin nuevos recortes en el gasto. Y porque no ayuda en absoluto a crear empleo, como aseguran.

Sigue leyendo en el blog de Rafael Simancas