Es lo malo de los festivos, que en el calendario vienen marcados en rojo. Perdonadme, pero no estoy de humor. Ha sido una semana muy mala para nosotros los franquistas. El lunes nos enterábamos de que el Supremo ha decidido no paralizar la exhumación del Caudillo. Dice que “no produce una situación irreversible que haga perder su finalidad al recurso”, como si se pudiera estar uno trayendo y llevando al Generalísimo de un lado para otro como si fuese las muñecas de Famosa. No me había repuesto del disgusto, y el martes me desayuno con la noticia de que la Fiscalía de Madrid había decidido archivar la denuncia de la Fundación Francisco Franco contra El Intermedio, Wyoming y Dani Mateo por sus vídeos antifranquistas. Que les ampara la libertad de expresión, ha dicho. ¡Esto con Franco no pasaba! Y para colmo, otro año que no me toca la lotería.

No se me quita esta sensación:

Pedro Sánchez ha realizado un Consejo de Ministros en Barcelona. ¿y qué? Eso con Franco ya pasaba. El Caudillo realizó Consejo de Ministros en la ciudad condal muchas veces: en el 47, 50 , 55, 62, 63, 66, 70… Los catalanes salían a la calle y le aclamaban, no como ahora, que tenemos que mandar a la policía a explicarles que no viven en una república:

Si es que la historia se repite:

Pedro se reunió con Torra y seguro que hablaron de cosas muy importantes:

Lo que os digo, la Navidad no me acaba de gustar. ¿Por qué el gordo de los regalos tiene que ir de rojo y allanando propiedades?

Menos mal que ha llegado VOX para poner las cosas en su sitio: