El veterano diario ABC ha emprendido una campaña contra el magistrado del Tribunal Constitucional Cándido Conde-Pumpido, acusándole de que pretende modificar una sentencia del Tribunal Supremo de 2015, que condenó a ocho personas por su participación en el acoso al Parlamento Catalán, que se saldó con varios heridos. Aquel día, el president Artur Mas tuvo que salir de allí en helicóptero. Un primer juicio a los acusados en la Audiencia Nacional llevó a su absolución, sin embargo, el recurso de la Fiscalía General del Estado, representada por cierto, por el propio Conde-Pumpido, concluyó con una sentencia condenatoria en el Supremo. Los condenados se dirigieron en amparo al Tribunal Constitucional, que ahora tiene que ver este recurso.

Bien, pues en un ejercicio de periodismo ficción, difícil de superar en novela futurista alguna, ABC asegura que Conde-Pumpido “tiene ultimada la redacción de una sentencia con la que, a priori, pretende amparar y absolver a las ocho personas que fueron condenadas, en abril de 2015, a tres años de cárcel por los episodios de violencia que se produjeron en el asedio al Parlamento catalán en junio de 2011”. En base a esa hipótesis, que da por segura, ABC ha organizado un auténtico show informativo, en el que se exige la abstención del magistrado.  Aunque lo cierto es que aún los jueces no se han reunido siquiera para debatir ponencia alguna.

ABC se ha adelantado a los acontecimientos de manera desmesurada y ha condenado de antemano sus imaginados efectos. Aferrándose a ese supuesto borrador para discusión del resto del tribunal, el periódico obvia el proceso, la deliberación y decisión de los magistrados, y da la razón a los recurrentes.  Todavía va más allá, ya que, en un alarde de delirante proyección, sugiere con aplomo que el taimado objetivo de Conde-Pumpido podría ir en la línea de condicionar la decisión del Tribunal Supremo en la sentencia del procés, en relación al concepto de violencia.   

El Tribunal Constitucional salió este jueves al paso desmintiendo la información y garantizando que siempre actuarán con criterios jurídicos. Añadían sobre el contenido del artículo y en referencia al tribunal que debe resolver, algo que es importante: “Las valoraciones que se efectúan, al no haberse iniciado el examen de la cuestión a que se refieren, propician el enfrentamiento entre sus miembros, por carecer de la veracidad y el rigor necesarios”.

Tienen razón. La crispación busca como diana a la ciudadanía, y también aquí a sus señorías, que en casos tan serios necesitan sosiego para el análisis y la decisión. En estos momentos, en que Cataluña se encuentra en una situación muy conflictiva, hay que procurar mitigar las llamas, nunca encender la mecha. Pero todos sabemos que, en estos asuntos, a la derechona siempre le ha interesado avivar el fuego.

Enric Sopena es Presidente Ad Meritum y fundador de ElPlural.com