Ignacio Ulloa Rubio, el secretario de Estado, el funcionario que ha entrado en ‘pelea cuerpo a cuerpo’ con Garzón a causa de los guardaespaldas es uno de los mejores ejemplos. Cuando se le nombró, ya lo contamos entonces, el ministro, Jorge Fernández Díaz, echó mano de él, oficialmente, porque tanto él como el presidente, Rajoy, decían estar buscando un “perfil jurídico y una persona conocedora de las leyes”.
Sin experiencia en política, ni en Interior
En realidad, esa cualidad, la de conocer las leyes, queremos suponer que debe ser una característica bastante común entre los magistrados como es el caso de Ulloa. Mucho más, si trabajan en el Tribunal Constitucional. Pero al que se eligió para el cargo fue precisamente a Ulloa. Algo más que conocimiento de leyes debía tener por tanto.
¿Qué virtud le hacía destacar? Desde luego, no la experiencia en política, ni sus conocimientos del funcionamiento del Ministerio y sus labores, que se acercaban al cero. Como ya apuntábamos en aquel artículo eran otras las ‘virtudes’… más bien ‘teologales’, del nuevo secretario de Estado.
Con el Opus al fondo
En concreto, contamos cómo Ulloa, aunque madrileño de nacimiento, ejercía al tiempo que en el Constitucional, como juez de primera instancia e instrucción de Sant Feliu de Guixols, y que por tanto estaba integrado en el PP catalán, donde estaba alineado en el ala dura. Desvelábamos también: “Salido de las filas de FAES –es decir del entorno de José María Aznar-, se asegura en el ministerio que Ulloa también es de “oración y lectura espiritual”. En concreto, que es en los círculos del Opus donde Fernández Díaz y Ulloa se descubrieron”.
Entonces no contamos, y añadimos ahora, que en el Tribunal Constitucional, Ignacio Ulloa Rubio estaba adscrito al grupo de letrados que apoyaban al magistrado del Tribunal Constitucional, Ramón Rodríguez Arribas ¿Y quién es este magistrado? Quizás el más ultraconservador de todos los jueces del Constitucional.
Garzón es un ‘cabeza de turco?
La reacción del secretario de Estado, amenazando y retando a Baltasar Garzón, como hemos contado en ELPLURAL.COM, ha causado estupor y enfado en antiguos responsables de Interior. Pero el pulso que ha lanzado el secretario de Estado al exjuez, según nos dicen en fuentes que conocen muy bien el funcionamiento del ministerio, va más allá: “Con esto lo que se está haciendo –nos han dicho- es lanzar un ‘aviso a navegantes’. La impresión que da es que Garzón es sólo un cabeza de turco. Con él lo que quieren es lanzar el mensaje de que si no han dudado en recortar la protección de guardaespaldas a un personaje como Garzón, y después en enfrentarse a él, nadie debe atreverse a protestar cuando le retiren o le restrinjan los escoltas”. Veremos.
Sin experiencia en política, ni en Interior
En realidad, esa cualidad, la de conocer las leyes, queremos suponer que debe ser una característica bastante común entre los magistrados como es el caso de Ulloa. Mucho más, si trabajan en el Tribunal Constitucional. Pero al que se eligió para el cargo fue precisamente a Ulloa. Algo más que conocimiento de leyes debía tener por tanto.
¿Qué virtud le hacía destacar? Desde luego, no la experiencia en política, ni sus conocimientos del funcionamiento del Ministerio y sus labores, que se acercaban al cero. Como ya apuntábamos en aquel artículo eran otras las ‘virtudes’… más bien ‘teologales’, del nuevo secretario de Estado.
Con el Opus al fondo
En concreto, contamos cómo Ulloa, aunque madrileño de nacimiento, ejercía al tiempo que en el Constitucional, como juez de primera instancia e instrucción de Sant Feliu de Guixols, y que por tanto estaba integrado en el PP catalán, donde estaba alineado en el ala dura. Desvelábamos también: “Salido de las filas de FAES –es decir del entorno de José María Aznar-, se asegura en el ministerio que Ulloa también es de “oración y lectura espiritual”. En concreto, que es en los círculos del Opus donde Fernández Díaz y Ulloa se descubrieron”.
Entonces no contamos, y añadimos ahora, que en el Tribunal Constitucional, Ignacio Ulloa Rubio estaba adscrito al grupo de letrados que apoyaban al magistrado del Tribunal Constitucional, Ramón Rodríguez Arribas ¿Y quién es este magistrado? Quizás el más ultraconservador de todos los jueces del Constitucional.
Garzón es un ‘cabeza de turco?
La reacción del secretario de Estado, amenazando y retando a Baltasar Garzón, como hemos contado en ELPLURAL.COM, ha causado estupor y enfado en antiguos responsables de Interior. Pero el pulso que ha lanzado el secretario de Estado al exjuez, según nos dicen en fuentes que conocen muy bien el funcionamiento del ministerio, va más allá: “Con esto lo que se está haciendo –nos han dicho- es lanzar un ‘aviso a navegantes’. La impresión que da es que Garzón es sólo un cabeza de turco. Con él lo que quieren es lanzar el mensaje de que si no han dudado en recortar la protección de guardaespaldas a un personaje como Garzón, y después en enfrentarse a él, nadie debe atreverse a protestar cuando le retiren o le restrinjan los escoltas”. Veremos.