La semana pasada se presentaba en Barcelona el manifiesto Agua con sentido común firmado por personalidades del mundo académico, institucional y de la divulgación científica en el que se apela a unir esfuerzos para avanzar hacia un uso más responsable y sostenible de los recursos hídricos.

Un uso consecuente con la situación de riesgo a la que conduce el desafío del cambio climático, alejado de la demagogia política y el interés electoral. Un uso basado en la cooperación administrativa, la responsabilidad institucional, el empleo de las mejores tecnologías, el conocimiento compartido y la puesta en valor de la experiencia.

“Queremos hacer llegar a la sociedad la necesidad de colaborar todos juntos para avanzar hacia una gestión más responsable de los recursos naturales ante un cambio climático que evoluciona más rápido de lo previsto y nos conduce hacia los peores escenarios”. Con esta declaración, sus impulsores reclaman la atención de todos sobre un derecho humano que puede verse en riesgo: el del acceso seguro al agua potable.

El manifiesto surge con el propósito de concienciar al ciudadano y estimular una gestión responsable del agua por parte del administrador, una gestión que contribuya a preservar el medio ambiente y la salud de los ecosistemas acuáticos, reforzando la idea de que el agua es el elemento indispensable para mantener el equilibrio de la naturaleza, un equilibrio que también se está viendo vulnerado por el calentamiento global.

“Queremos que quede claro que el agua no es una mercancía –insiste el manifiesto- que el agua es de todos. Pero en consecuencia también debemos ser todos quienes colaboremos para preservarla: ciudadanos, empresas y administraciones” Trabajar juntos para garantizarnos el acceso de todos al agua potable: ésa debe ser la prioridad básica.

Y es que, en opinión de los expertos que han impulsado el manifiesto desde la Coordinadora de Trabajo por el Agua, la capacidad de resiliencia al cambio climático de nuestras ciudades va a depender en buena medida de la eficiencia con la que se proceda en el ciclo del agua: desde la captación hasta el abastecimiento y la gestión de las aguas residuales.

Para ello solicitan que se mejore la actual red de equipamientos de captación, potabilización, transporte, almacenaje, distribución, alcantarillado, depuración, reutilización y restitución al medio ambiente que hemos ido desarrollando a lo largo de todos estos años. Y muy especialmente que se lleven a cabo las inversiones pendientes para optimizar la red de saneamiento y disponer así de un recurso que está llamado a ser fundamental de ahora en adelante: el agua regenerada de depuradora.

Más información en la web de la Coordinadora https://www.coordinadoraperlaigua.com/