Las recientes protestas y boicots a la presencia de israelíes en pruebas deportivas, manifestaciones artísticas y culturales o encuentros científicos no está exenta de debate entre los activistas de la causa palestina, especialmente, a raíz de los problemas provocados en la Vuelta Ciclista a España. 

Los deportistas también se han quejado de los perjuicios sufridos y muchos de los partidarios de las protestas no violentas pensamos que un buen objetivo no justifica todos los medios. El pasado mes de julio se produjo un incidente con turistas israelíes en un restaurante de Vigo, propiedad de un ciudadano libanés, que los expulsó de su local.

La represión en los EEUU de Trump y en muchos países europeos de las manifestaciones y concentraciones en apoyo de Palestina, el clima envenenado que se vive en las redes por la polarización y el auge de la ultraderecha global que respalda a Netanyahu en Gaza y a Putin en Ucrania, agravan la coyuntura que vivimos y provocan un temor prebélico.

En este deprimente contexto, hay que destacar iniciativas como la que me ha remitido Kurt Grötsch, un promotor incansable de la comprensión intercultural y la amistad entre los pueblos y lector habitual de esta columna, que propone un modelo de carta o texto a entregar a visitantes israelíes por turismo o trabajo. 

"Estimados visitantes de Israel en España.

Bienvenidos sean. Aunque el agradecimiento no nos exime de compartir con ustedes, procedentes de Israel, nuestro rechazo al genocidio que sus gobernantes aplican al pueblo de Palestina. Nuestra hospitalidad no nos libera de hacerles saber, que si estamos informados y preocupados por las matanzas indiscriminadas de población civil: niños, adultos y mayores. España ha sido un país de las tres religiones: judía, musulmana y cristiana. Esta convivencia ha tenido épocas de paz, pero también de persecución y de agresiones. Por ello,  nos permitimos levantar la voz cuando observamos, 500 años después, que un país, como el del que usted procede, vuelve a las barbaridades de la infrahumanidad.

Muchas gracias por haber elegido a España como destino de sus vacaciones y les pedimos perdón, si se sienten incómodos por esta reflexión."

Aunque la redacción está dirigida a clientes de establecimientos turísticos, la propuesta es innovadora y válida con los cambios oportunos para otros sectores y aplicable a visitantes rusos para recordarles la crueldad de la invasión de Ucrania. Y al paso que va la evolución dictatorial del gobierno de Trump habrá que ir preparando otra versión para turistas norteamericanos.

Pensando en pacifistas como Gandhi, Bertha von Suttner, Martin Luther KIng, Hellen Keller, Nelson Mandela o Jody Williams, hombres y mujeres que han cambiado el mundo con sus métodos de acción y resistencia no violentas, el activismo ciudadano debe asumir que otra forma de protestar es posible.