Ante una situación tan terrible y aterradora como la que se ha vivido y se sigue viviendo en Valencia pensé en no escribir. Son demasiados muertos y demasiada gente que lo ha perdido todo. Pero una derecha y una ultraderecha que no respetan nada; que tratan de reescribir la historia de lo ocurrido; que manipulan a conciencia los hechos; que atizan la indignación y que aprovechan la catástrofe para imponer su discurso de odio; me obligan a hacerlo.

Feijóo se equivoca cuando usa la DANA para confrontar políticamente. Ahora es el momento de la solidaridad hacia los damnificados. Ya está bien de intentar sembrar odio, tensionar y dividir a la población. Este es el momento de trabajar unidos para ayudar a estas familias. Es el momento de la política con mayúsculas. Es una lástima que quien lidera el PP no se quiera enterar.

Porque Feijóo no fue a Valencia a preocuparse por la tragedia. No, él fue para apoyar a Mazón, porque es uno de los pocos barones fieles que le quedan para enfrentarse a Ayuso. Aunque Feijóo sabe perfectamente que Mazón tendrá que dimitir. Ayuso también lo sabe, por eso sigue callada y no ha salido a defenderlo.

Habrá tiempo de pedir responsabilidades y aprender de los errores. Pero eso no impide denunciar los múltiples y lamentables errores de Mazón, porque algunos son inexplicables. Son fruto de la dejadez, la desidia o la incapacidad. Hasta el fundador del Partido Popular ha pedido “expulsar” a Mazón, argumentado que lo que está haciendo es “miseria política”. Y la prensa internacional también ha sentenciado ya a Mazón.

La primera medida que adoptó Mazón tras alcanzar el gobierno de la Generalitat valenciana fue eliminar la Unidad de Emergencias. Decía que no servía, que era un “chiringuito”. Pero si hoy hubiese estado operativa, ¿cuántas vidas se podrían haber salvado?

Nadie tampoco entiende la falta de coordinación y de equipo evidenciada por el presidente valenciano del PP en los primeros días de la catástrofe, que han influido en su nefasta gestión de la crisis y en la escasa atención a los damnificados por el temporal.

Mazón ignoró, uno tras otro, los 7 avisos de la AEMAT sobre la DANA. Y siguió con su agenda haciéndose fotos en medio de una alerta roja, como si no pasara nada. Por su parte, el Secretario valenciano de Seguridad y Emergencias durante la alerta la única reunión que tuvo en todo el día fue con el Jefe de Festejos taurinos. Si ambos hubiesen estado preocupados de lo importante, de su responsabilidad, ¿cuántas vidas se podrían haber salvado?

El mismo día de la catástrofe, Mazón puso un tuit, después de la una de la tarde, diciendo que el temporal se desplazaba hacia la Serranía de Cuenca y que a las seis de la tarde disminuiría su intensidad en Valencia. Más tarde y tras la torrencialidad de las lluvias tuvo que borrar este mensaje. No sabía ni de lo que hablaba.

El gobierno valenciano esperó hasta después de las ocho de la tarde para activar la alerta de los móviles a los valencianos. Entonces muchos ya tenían el agua al cuello y había pueblos destruidos. ¿Cuántas vidas se habrían salvado si la alerta hubiese llegado diez horas antes? ¿Por qué no se hizo como la Diputación de Valencia que sí mandó a sus trabajadores a su casa a las dos de la tarde “por riesgo muy alto para la población”?

¿Cómo ante tanto dolor, la consellera de Industria y Turismo de Valencia, compareció para decirles a los valencianos que había perdido a un ser querido o que buscaban a los desaparecidos que “esperasen en su casa”. ¡Vaya prepotencia y falta de empatía!

¿Por qué el gobierno valenciano rechazó la ayuda de Salvador Illa; del gobierno navarro; de Castilla-La Mancha o de Asturias, que ofreció la brigada de salvamento minero, la élite de los rescatadores? ¿Por qué rechazó la ayuda de los bomberos de Bilbao hasta en tres ocasiones? ¿Todo era para poder argumentar que solo eran las comunidades del PP las que ayudaban? ¿Cuántas muertes podrían haberse evitado con más ayuda? ¿Por qué los helicópteros que el gobierno valenciano pidió a Andalucía regresaron dos días después sin que se les hubiese asignado ningún trabajo?

¿Por qué Mazón solo pidió 500 militares los primeros días de la tragedia pese al insistente ofrecimiento del Gobierno? ¿Por qué hasta el cuarto día Mazón no pidió al Gobierno los miles de efectivos que se hubieran necesitado desde el primer minuto? ¿Por qué si Mazón no se vio con capacidad para gestionar el problema no cedió el control inmediatamente al Gobierno de la nación?

¿Por qué el sábado Mazón tuvo al centro de coordinación de emergencias paralizado durante largas horas para realizar una comparecencia ante los medios? ¿Por qué ha pedido a los ministros que se pongan a las órdenes de sus consejeros para montar 5 grupos de respuesta “inmediata”? ¿Inmediata? Inmediata es desde el primer minuto y no cuatro días después.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha respondido con inmediatez a todo lo que Mazón ha pedido. Primero desplegó, de forma inmediata, en la provincia de Valencia más de 2.500 efectivos militares, 1.800 polícias y 2.700 guardias civiles, así como grupos especializados en salvamento y actividades subacuáticas.

Y cuando Mazón pidió más recursos, elevó a 5.000 el número de efectivos militares y el despliegue de 5.000 policías nacionales y guardias civiles adicionales, duplicando la cifra para sumar un total de 10.000 efectivos, tanto de Guardia Civil como de Policía Nacional. Y además, ha autorizado al gobierno valenciano a realizar todos los gastos de urgencia que necesite, sin límite alguno para hacer frente a la catástrofe.

Quiero poner en valor la solidaridad de los miles y miles voluntarios y el gran trabajo, que como siempre, realiza el Ejército, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, bomberos, los profesionales de emergencias, los sanitarios...

Pero por otra parte, repudio la campaña de bulos y de odio desatada por la derecha y la ultraderecha en redes. Los mismos que calificaron de dictador al Gobierno por declarar el Estado de Alarma ante el Covid y lo llevaron al Tribunal Constitucional, ahora le reclaman intervención máxima. Ya no saben qué hacer ni cómo responsabilizar al presidente del Gobierno para tapar la incapacidad de Mazón.

Se precisa bajar el diapasón. Derecha y ultraderecha no pueden seguir tensionando y manipulando el dolor de la gente. Ahora toca centrarse en buscar soluciones y reconstruir lo más unido posible, y cuanto antes, las vidas y el futuro del pueblo valenciano. Tenemos que salir más fuertes si cabe de esta desgracia. Ya habrá tiempo de analizar negligencias y pedir responsabilidades, y será el momento en el que Mazón deba dimitir.