Los restos mortales de Francisco Franco parece que, por fin, van a instalarse en una tumba que no sea un monumento nacional. La decisión/sentencia del Tribunal Supremo a unos gusta y a otros no. Pero es curioso ¿hay un debate jurídico? ni de lejos: hay a los que Franco les recuerda el dolor y a los que Franco les recuerda el poder. Es que fue así. Es que esa es la verdadera Historia de España.

Pero luego llegó ese día en el que murió el Dictador. Miedo en sus partidarios y prudencia en sus adversarios. Resultado: la más brillante transición que se ha hecho en el mundo de una dictadura a una democracia.

Y ahora los viejos entusiastas del Régimen, se duelen de que se mueva a un insigne muerto de colores azules de un monumento de todos los colores a un cementerio de todos sus familiares. Todos muertos de la Guerra Civil, ni una palabra agresiva con los colores.

A mi me operó de un accidente de skí el Marqués de Villaverde. Una emergencia y lo hizo muy bien. Pero no mezclo temas: yo fui capaz de convivir con el Marqués de Villaverde unas horas (es un ejemplo puntual) pero jamás me podría reconciliar con él de la cantidad de dolor que conozco que su familia hizo a tantos amigos míos.

Eso significa que cada cosa y cada circunstancia deben estar muy correctamente colocada para que nadie sufra. Lo sufrido se olvida por aquello de convivir, pero una reconciliación creo que no la verán nunca los españoles.

Si yo fuera miembro de la familia Franco, me pondría a la cabeza de la manifestación de convivencia.

Ciudadanos: ya se que nuestro familiar Franco hizo mucho daño; pero también creo que hizo mucho bien. Vamos a intentar ser neutrales: vamos a facilitar que Francisco Franco esté en El Pardo y vamos a seguir viendo cómo convivimos. Ya se que para unos, nosotros somos casi casi unos asesinos y para otros casi casi unos benefactores. Dejadnos tratar de encontrar un punto de convivencia.”

Pues yo le diría que de acuerdo: así lo estamos haciendo todos los días desde el año 75, pero sería maravilloso que la familia dijese que acepta convivir: que reconciliación ni de broma, pero convivir se puede porque nos lo están enseñado los propios españoles.