Lo del PP valenciano es de traca. No dan una a derechas ni por error. La última ocurrencia ha sido montar una campaña institucional en la que se ve una señal de ‘Stop’ seguida del texto: “Si respetas siempre esta señal, haz lo mismo cuando recibas una alerta meteorológica. Dona el pas”. Un cartel en el que cargan la responsabilidad de hacer las cosas bien sobre la ciudadanía. Pero ojo, la misma ciudadanía que NO recibió ninguna alerta a tiempo el 29 de octubre de 2024 durante la DANA que costó 229 vidas. Así, lectores, este es el último legado de la era Mazón, un la culpa es vuestra lanzado a la ciudadanía.
Pero por si eso fuera poco, es que los muy miserables han colgado esas vallas publicitarias en pueblos de L’Horta Sud. Esos mismos pueblos que aún lloran a sus muertos. Esos mismos pueblos cuyos habitantes tienen los corazones enterrados en barro porque perdieron a amigos y familiares precisamente porque la Generalitat Valenciana, que tenía el mando de la emergencia, avisó tarde y mal.
Hay que tener muy poca vergüenza para hacer una campaña como esta. De verdad que no tengo palabras para describir el enfado que tengo en estos momentos. Y es que ahora mismo pienso en Dolores, esa mujer que vio morir ante sus ojos a su marido y a dos de sus hijos porque nadie les avisó.
Pienso en Hui, la pequeña de 11 años de origen chino que falleció porque sus padre SÍ hicieron caso al mensaje mal redactado por la Generalitat y se quedaron atrapados en su bar. La pequeña falleció mientras los vecinos intentaban rescatarla. Pienso en el padre de Rosa que murió solo en su casa porque nadie le dijo nada. Pienso en la pequeña Scarlett, esa bebé que falleció en el vientre de su madre. Pienso en todos los que ya no recibirán un abrazo, un beso o un te quiero por la inutilidad de aquellos que debía cuidarles.
Pienso en la poca vergüenza de aquellos que siguen al timón del barco. Pero sobre todo, no me puedo quitar de la cabeza el dolor innecesario al que los gobernantes valencianos siguen sometiendo a los familiares de las víctimas. Creo, señores del PP, que después de 400 días metiendo la pata sin parar deberían darse cuenta que aquí solo hay dos opciones: o ustedes son unos auténticos psicópatas, o tienen a unos verdaderos sociópatas e inútiles asesorándoles. Una de las dos.
Y todo esto pasa el mismo día que el nuevo rey del mambo, Juanfran Pérez Llorca, lo primero que ha hecho como presidente ha sido regalarle un cargo a Carlos Mazón. Menos mal que lo primero que iba a hacer, según sus propias palabras en el debate de investidura, era pedir perdón a las familias de las víctimas. No tienen vergüenza ni la conocen.