La magistrada Isabel Perelló ha hecho historia este 3 de septiembre de 2024 al convertirse en la primera mujer en presidir el Consejo General del Poder Judicial, y el Tribunal Supremo en sus más de 200 años de historia. Isabel Perelló ha sido finalmente el nombre de consenso de un nuevo consejo que había empezado con muy mal pie, pues les ha costado cerca de dos meses encontrar a alguien que consiguiera los apoyos suficientes para conseguir la presidencia.
La magistrada, especialista en derecho Contencioso-Administrativo, viene precisamente de esa Sala del Supremo. De sensibilidad progresistas, Perelló pertenece a Jueces y Juezas para la Democracia desde la década de lo 90, y está especialmente sensibilizada con la memoria democrática, pues su abuelo fue fusilado por el franquismo. Aquellos que la conocen afirman que es una mujer discreta, ajena precisamente a esos focos mediáticos a los que ahora deberá enfrentarse. De talante conciliador, es una persona cercana a la actual ministra de Defensa, y también magistrada del Supremo, Margarita Robles.
Precisamente con Robles y otras dos magistradas firmó en el año 2014 un escrito en contra del uso del lenguaje sexista que utilizaba el anterior presidente del Órgano de Gobierno de los jueces, Carlos Lesmes. Discreta sí, pero combativa también, pues además del escrito a Lesmes, también pidió la retirada del cartel de la jornada de puertas abiertas del Supremo el año que pusieron un cuadro que representaba a una mujer desnuda.
Una lucha que deberá mantener, pues en las altas esferas de la Justicia sigue imperando un machismo soterrado difícilmente ocultable. La fotografía de la apertura del año judicial es un ejemplo palpable, pues casi todos lo que aparecen son hombres. Este 2024 pasará a la historia por ser la primera vez que una mujer abrirá el año judicial.
Catalana de nacimiento, entró en la carrera judicial en 1985, y antes de llegar al Tribunal Supremo pasó por diferentes tribunales en Baleares, Cataluña y Andalucía. De ahí dio el salto a la Audiencia Nacional y, antes de conseguir su plaza en Contencioso-Administrativo del Alto Tribunal en el año 2009, estuvo como letrada en el Tribunal Constitucional.
Este martes, los compañeros de Perelló se deshacían en elogios hacia Perelló como jurista. Entre ellos el magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Antonio del Moral, quien aseveraba que Isabel Perelló “no solo es una magnífica jurista, sino que además es una gran compañera”. Las palabras de Del Moral han sido secundadas por el resto de miembros del Supremo, quienes se felicitaban de que, por fin, haya una mujer al frente del consejo.
En cuanto a su trayectoria profesional, una de las causas más sonadas en las que Perelló ha tenido que intervenir como magistrada fue la anulación de la lista electoral Iniciativa Internacionalista-Solidaridad entre los Pueblos del dramaturgo Alfonso Sastre, por su presunta vinculación con la ilegalizada Batasuna. En aquella ocasión, que además se produjo al poco de conseguir la plaza del Supremo, Perelló votó, junto a otros cuatro compañeros en contra de la ilegalización. Una ilegalización que finalmente salió adelante por once votos a cinco y que, posteriormente, fue anulada por el Tribunal Constitucional al no encontrar ninguna relación con Batasuna.
Otro caso que, si bien no puso su nombre en los focos mediáticos pese a ser la ponente de la sentencia, sí que como causa propiamente dicha hizo correr ríos de tinta. Se trata de la sentencia que le abrió la puerta a cerca de 3.000 inquilinos a que se anulara la venta de sus casas a un fondo buitre por parte de la Comunidad de Madrid. Suya también es la sentencia que obligó a RTVE a hacer públicos los sueldos de sus directivos o la imposición de una sanción millonaria al BBVA por la gestión irregular de más de 200 millones de euros.
Pero no todo puede ser bueno en una carrera tan dilatada. Así pues, Perelló formaba parte del pleno que se cargó la sentencia que obligaba a los bancos a pagar el impuesto hipotecario. Como ocurriera con el tema de la lista electoral de Alfonso Sastre, Perelló votó en contra, y esa vez sí que hizo un voto particular junto a su compañero, y también candidato a la presidencia del CGPJ, Pablo Lucas.
Perelló se enfrenta a muchísimos retos, pero quizás el principal es conseguir remontar la imagen del consejo, que actualmente se encuentra por los suelos después de haber estado más de cinco años y medio en funciones. De momento, la primera prueba de fuego la tiene este jueves con la apertura del año judicial.