Ustedes saben que no puedo ser más fan de Juego de Tronos. También saben que me encanta comparar esta magnífica serie con la Fiscalía. Y es que sus miembros podrían haber protagonizado la serie sin ningún tipo de problema. En nuestro Juego de tronos togado tenemos un personaje al que he mentado en diversas ocasiones, ni más ni menos que el Petyr Baelys de las puñetas, el Meñique de las togas: Alejandro Luzón, el fiscal jefe Anticorrupción. Luzón, al igual que el personaje de JRR Martin es alguien del que es mejor no fiarse, y con el que siempre hay que ir vigilando la espalda de uno cuando lo tiene cerca, pues nunca se sabe cuando puede llegar la puñalada.

En uno de esos artículos le definía diciendo que “parece que va a la derecha y luego gira a la izquierda sin avisar. Nunca lo ves venir y siempre acaba ganando salvo que aparezca una Arya Stark que acabe con sus aspiraciones y conspiraciones, que nunca se sabe en el Juego de Togas cuando puede venir un Stark a aguarte la fiesta”.

El caos

Una de mis escenas favoritas de toda la serie la protagoniza Meñique durante la tercera temporada. Se trata de una conversación con Lord Varys en la salón del Trono de Hierro. Dicha conversación dice lo siguiente:

Meñique:¿Sabéis qué es el reino? Una historia que decidimos contarnos una y otra vez hasta que olvidamos que es mentira.

Varys:¿Qué es lo que nos queda cuando abandonamos la mentira? El caos. Un foso que aguarda para engullirnos a todos.

Meñique: El caos no es un foso: es una escalera. Muchos intentan subirla y fracasan; nunca podrán hacerlo de nuevo, la caída los destroza. Pero otros, aunque se les dé la oportunidad de subir, se aferran al reino, o a los dioses, o al amor. Ilusiones. Solo la escalera es real. El ascenso es todo lo que hay.

El significado de esta conversación es totalmente extrapolable a la política actual pues el caos social es el caldo de cultivo perfecto para que se produzca un cambio en los roles poder establecidos, ya sea en Juego de Tronos, en España o en la Fiscalía General del Estado. Estos cambios, como bien se desprende de la conversación, pueden darse de una forma violenta o a través de la caída del líder.

Pues bien, es aquí cuando volvemos a nuestro Meñique con toga y puñetas. Me dicen mis 'pajaritos' consultados, que Alejandro Luzón estaría encantado a postularse al Trono de de Hierro de las togas de la Fiscalía. Que él lo niega con la fuerza de los mares, pero que en realidad sería su sueño más húmedo. A Luzón, la caída de Álvaro García Ortiz, el Jon Nieve de esta historia, le vendría de narices. Explican los 'pajaritos' consultados que “cada vez resultan más evidentes sus intenciones”.

Eso sí, la caída de Jon Nieve Ortiz debería venir acompañada de la caída también del Gobierno de Pedro Sánchez, el Eddard Stark de la política (todos quieren su cuello). Y es que ahora, si quiere llegar al Trono de Hierro de las togas necesita la caída de Sánchez sí o sí porque, muchos de esos ‘pajaritos’ viven en Desembarco del Rey (FGE) y, hasta que los periodistas conseguimos el sumario del caso Montoro, apoyaban sin fisuras de Meñique Luzón y a su acoso y derribo a la fiscal del caso Montoro. 

Sin embargo, ahora, tras leer los ríos de tinta que han corrido con respecto a este tema, su visión del jefe de Anticorrupción ha cambiado, y mucho. El amor que el PP le demuestra en público, y más aun en privado, tampoco le es favorable con los ‘pajaritos’, pero sí anticipa que Meñique Luzón es uno de los candidatos al Trono de Hierro de las togas si los populares llegan al poder. Y es que, señoras y señores, el caos es una escalera. Que los dioses nuevos y antiguos nos pillen confesados. Valar Morghulis, queridos lectores.

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